“Ya dejen de estar de groseros. Hoy se pasaron, tache”, fue la reacción del presidente Andrés Manuel López Obrador, por los bloqueos que protagonizaron decenas los locatarios de la Central de Abastos a las afueras de Palacio Nacional, quienes exigían la renovación y seguridad en sus almacenes.
Desde las 5 de la mañana llegaron los comerciantes, y se le sumaron integrantes de la nave mayor de la Merced, quienes impidieron el acceso a reporteros, camarógrafos e incluso al mismo secretario de Comunicaciones y Transportes, Javier Jiménez Espriú a la conferencia matutina del Primer Mandatario; entre los inconformes también estaban presentes maestros Asesores Técnicos Pedagógicos, quienes provocaron un desalojo en la Cámara de Diputados el día de ayer.
Extrañado por el incidente ocurrido, el titular del ejecutivo respondió que conoce a los trabajadores de la Central de Abasto y que “son muy bien portados”, aseguró que se les va a atender como suele ser, sin embargo, criticó los modos y cómo terminó la situación.
“Afectuosamente lo digo tache. No debe ser así, se les va a atender y es un asunto que tiene que ver fundamentalmente con el gobierno de la Ciudad, pero nosotros también somos responsables y los atendemos”, expresó.
Los manifestantes tuvieron que ser inhibidos con gas pimienta que rociaron los policías capitalinos, y la Policía Militar tuvo que intervenir ante la riña que se generó, por ello, el presidente no pudo evitar manifestar su descontento por lo ocurrido
“Lo que está mal es que vengan con esas prácticas agresivas. No a la violencia, se ve mal eso, no les ayuda en nada. Además, ¿qué ganan con eso?”, dijo ante los medios.
Minutos más tarde en la misma conferencia de prensa, una de las manifestantes del grupo de maestros de las Asociaciones Técnico-Pedagógicas -burlando la seguridad de la presidencia-, se infiltró en medio de los reporteros, y pidiendo la palabra, reiteró que fueron excluidos en las leyes secundarias de la Reforma Educativa, asunto que ya fueron a manifestar a los diputados federales.
En respuesta, López Obrador le pidió a uno de los miembros de la ayudantía que le tomase sus datos para atender a sus demandas.