“Espera… aún la nave del olvido no ha partido, no condénemos al naufragio lo perdido…” Son las primeras palabras de la canción que estaba de moda en 1970, “La Nave del Olvido”, del argentino Dino Ramos, interpretada por un jovencito de 23 años, José José.
Aquella pieza junto con el “Triste” de Roberto Cantoral fueron melodías que rápidamente se posicionaron en el gusto de los mexicanos.
La espectacular voz se escuchaba en las radiodifusoras de todo el país, recuerdo perfecto aquel radio de baquelita Phillips en el buró de mi madre en el que por primera vez escuché que presentaban los éxitos de la joven revelación, que en poco tiempo se convirtió en “El Príncipe de la Canción”.
Después de varios días de enfermedad mi madre que era una consentidora, me puso un bonito vestido, me peino, me colocó un suéter, tomo su bolso y sin más me sostuvo la mano para dirigirnos al recién inaugurado Puerto de Liverpool de Mariano Escobedo.
Como parte de la sorpresa nos dirigimos al departamentos de discos, mi madre pregunto por el disco de José José cuyo tema principal era la Nave del Olvido, la encargada rápido nos lo mostró; era un disco de 45 revoluciones que contenía en él lado uno el éxito del momento y la canción Presiento, en el lado dos, simplemente nadie y Agua con Sal; canciones que en verdad no recuerdo.
Me abracé al disco cuya portada era rosa mexicano y decía José José con letras multicolores, junto al rostro del artista que delataba su juventud; el sello discografico era la legendaria RCA Víctor.
Años después me enteré que tenía tan solo 23 años cuando dejó boquiabierto a Marcó Antonio Muñiz, Angélica María y Alberto Vázquez, entre otros famosos.
Los éxitos entonces fueron continuos y en las estaciones de radio de la época dedicadas a la música en español, José José de manera recurrente ocupaba los primeros lugares del hit parade de los 70s y 80s. Recibió 6 discos de Oro por la Nave del Olvido y 11 por el Triste.
Por las noches se presentaba en el cabaret El Patio, donde nuestros padres iban vestidos de etiqueta a escuchar al ídolo, muchas veces imaginábamos que iríamos a ese lugar a escuchar al Príncipe de la Canción cuando tuviéramos la suficiente edad, aquel momento nunca llegó.
Los intereses cambian y las modas también, en los 80´s la música en español competía fuerte con la música disco y los jóvenes preferían las famosas discos o las peñas.
Mientras tanto José José, se consolidaba como el punto de encuentro entre los que preferían el rock, la música romántica, la música en inglés o incluso la música de protesta entre otros géneros musicales.
Los éxitos como “Lo Dudo”, “Voy a llenarte toda” o “Quiero perderme en ti”, siempre aprecian en el momento romántico de cualquier fiesta, en fin que sin proponérselo José José se volvió un clásico entre generaciones que admiran la buena música.
También, recuerdo cuando escuché a principio del siglo por la puerta de la recamara de mi hijo mayor de manera recurrente la canción “El Triste” y la “Nave del olvido”, abrí y con sorpresa vi a un quinceañero nacido a finales de los ochentas sorprendidos por la tesitura de voz del cantante mexicano.
Es un barítono, me dijo, me sorprende este hombre que con el tiempo y gracias a sus adicciones ha perdido casi por completo su tesoro más grande, su voz.
Ayer José José se volvió trending tópic en Twitter y en Facebook, en muchas casas se volvieron a escuchar algunos de sus éxitos y volvió a unir a varias generaciones gracias a su espléndida voz.
Nos hizo recordar nombres de estaciones de radio ya extintas como “Radio Variedades” o “Radio 590: La Pantera”, viajamos a otros tiempos en la “Nave del Olvido”, y en silencio dijimos “No me digas que te vas”. Hoy Descansa en paz José Rómulo Sosa Ortiz, también conocido como: El Príncipe de la Canción, El Rey sin corona o Mr. Sold Out.