Cientos de manifestantes, en su mayoría indígenas, irrumpieron este martes en la sede de la Asamblea Nacional de Ecuador en medio de las protestas que se iniciaron la semana pasada por la subida del combustible decretada por el Gobierno de Lenín Moreno, así como la disminución vacacional y otros golpes a la clase trabajadora a lo que la sociedad ecuatoriana ha llamado: “el paquetazo económico”, que va de la mano con políticas del Fondo Monetario Internacional.
Según el diario El País, los manifestantes marchaban al grito de “¡Fuera Moreno!”. “Lo queremos sacar”, dice Bolívar Naula, que viajó con su familia desde Latacunga, una ciudad a unos 100 kilómetros al sur de Quito. “Ya no se aguanta, estamos en problemas”, afirma Luis Lema, de 47 años. Este campesino de la región de Cotopaxi, en el centro del país, rechaza tanto las medidas de Moreno como las de su antecesor, Rafael Correa. “Son de la misma cúpula”, asegura junto a otros dos agricultores, rodeados de un fuerte dispositivo policial para el propio diario El País.
Por su parte, Lenín Moreno, en entrevista para BBC Mundo acusa a Correa de haber orquestado estas protestas para debilitar a Moreno, quien hace dos años y medio fue su candidato a las elecciones y ahora es su principal rival político.
Sobre el caos en las calles, por el que el Ejecutivo declaró la semana pasada estado de excepción, dijo: “Sí, lo teníamos previsto porque no es casual que la semana pasada Correa, (Ricardo) Patiño, (Virgilio) Hernández y (Paola) Pabón, integrantes del gobierno anterior y todos aquellos que saquearon los recursos del Estado, hayan estado en Venezuela, seguramente para recibir las órdenes del sátrapa, del dictadorzuelo, del sinvergüenza de Caracas que tiene sumida a su población en el hambre y la desesperación”, afirmó para BBC Lenín Moreno.
“Ellos son quienes están detrás de este intento de golpe de Estado y están usando e instrumentalizando a algunos sectores indígenas, aprovechando su movilización para saquear y destruir a su paso”, llegó a afirmar el actual mandatario el lunes según El País.
“Ahora nos llaman golpistas”, respondió Rafael Correa, y añadió: “cuando los que destrozaron la Constitución y la democracia fueron siempre ellos, cuando hemos tenido dos años de la peor persecución política”.
El sector del transporte fue el que primero se movilizó ante el paquete de ajustes anunciado por Moreno. Sin embargo, el taxista Luis Alfredo Galarraga, afectado directamente por la subida del precio del carburante, evita quejarse. “Era necesario, pero no han sabido explicarlo”, dice sobre el comportamiento del Gobierno para El País.