Violencia contra las mujeres: del feminicidio a la violencia institucional

México se encuentra en la lista de los 25 países de todo el mundo con más feminicidios. De enero a julio de este año 540 feminicidios fueron registrados por las autoridades junto con mil 610 homicidios dolosos contra mujeres.

De acuerdo con datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, en promedio 10 mujeres mexicanas son asesinadas cada día. Del total, tres por motivos de género. Los estados más peligrosos donde más feminicidios se cometen son Veracruz, Estado de México, Puebla, Nuevo León y la Ciudad de México.

Además de esta problemática, existen otro tipo de violencias menos visibles. Belén Sanz Luque del comité de Mujeres de la Organización de las Naciones Unidas explicó que la violencia contra las mujeres en el país está normalizada, un ejemplo de esto son las imágenes que estereotipan, sexualizan y tratan a las mujeres como si fueran objetos.

Siete de cada 10 mujeres mexicanas manifestó haber sido violentada en algún momento de su vida. La Encuesta Nacional sobre la Dinámica en las Relaciones de los Hogares, realizada por el INEGI arrojó que el 44 por ciento de las mujeres ha sido agredida por sus parejas, de todas ellas, el 64 por ciento aseguró que dichos maltratos fueron “severos o muy severos”.

Otro dato también publicados por el INEGI es que cuatro de cada 10 han sido víctimas de violencia sexual. Aunque la mayoría de las agresiones suceden en el hogar, las mujeres tampoco están seguras fuera de casa: 67 por ciento de las agresiones en la calle son de carácter sexual, como palabras ofensivas, intimidación, abuso sexual, intento de violación y violación.

La palabra “mujeres” engloba a todo el género femenino, incluyendo a menores de edad, adolescentes y niñas. Este último grupo es el más vulnerable: María Candelaria Ochoa, de la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia Contra las Mujeres (CONAVIM), asegura que cerca de 12 mil niñas menores de 14 años son violadas y embarazadas al año, obligadas a parir y cuidar a los hijos.

El ambiente laboral tampoco está libre de violencia, estos casos son los más invisibles y menos denunciados. El 26 por ciento de las mujeres que trabajan dijeron haber sido violentadas o discriminadas en su trabajo, con actitudes de dominación por parte de los hombres del entorno o por estar embarazadas.

La violencia contra las mujeres puede ser física, verbal o psicológica, por parte de la pareja, familiares, en el trabajo o en la calle pero también puede ser institucional, es decir, la falta de atención profesional en tiempo y forma por parte de las autoridades federales, estatales o municipales, así como de organismos públicos.

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