Tras catorce años en la presidencia de Bolivia, Evo Morales confirmó este domingo su renuncia al cargo en el marco de las protestas que se han suscitado luego de las elecciones realizadas hace tres semanas.
“Renuncio a mi cargo de presidente para que (Carlos) Mesa y (Luis Fernando) Camacho no sigan persiguiendo a dirigentes sociales”, dijo Morales a través de un mensaje transmitido en la televisión.
Poco antes Williams Kaliman, comandante en jefe de las Fuerzas Armadas, sugirió la renuncia de Morales “ante la escalada de conflictos que atraviesa el país y velando por la vida y la seguridad de la población”.
Asimismo, renunciaron el ministro de Minería, Hidrocarburos y el presidente de la Cámara de Diputados, quienes señalaron que abandonaría los cargos ante los ataques violentos que sufrieron por parte de los manifestantes y para no poner en riesgo a sus familiares.
Luego de presentar su propia renuncia, el vicepresidente Álvaro García Linera expresó: “El golpe de Estado se ha consumado”. En ese sentido, Evo Morales denunció que “ha habido un golpe cívico, político y policial”.