El problema fue que AMLO recibió a Evo Morales: gobierno de facto en Bolivia; acusan a México de distorsionar la verdad

Luego de que el gobierno mexicano denunciara una excesiva presión contra su Embajada en Bolivia, por parte del gobierno de facto en el país sudamericano, e incluso anunciaran la posibilidad de ir a la Corte Internacional, las autoridades de aquel país respondieron que México deterioró la relación bilateral por recibir como asilado político a Evo Morales, mandatario depuesto por un golpe de Estado.

“Las relaciones bilaterales con el gobierno de los Estados Unidos Mexicanos se deterioraron desde el momento en el que el gobierno mexicano ayudó al ex presidente Evo Morales a tergiversar la realidad sobre la lucha y voluntad del pueblo boliviano”, expresó la Cancillería boliviana en un comunicado.

“Durante más de 21 días, millones de bolivianas y bolivianos protestaron pacíficamente en contra del fraude electoral y exigiendo el respeto a la Constitución Política del Estado. En el afán de lavar la imagen autoritaria y antidemocrática del señor Evo Morales, el gobierno de Andrés Manuel López Obrador ofreció asilo al señor Evo Morales, quien no era ni es un perseguido político en Bolivia. Asimismo, el gobierno mexicano permitió al señor Morales hacer declaraciones políticas desestabilizadoras e incluso llamados a la violencia y al cerco de las principales ciudades en Bolivia, en contra de las normas internacionales”, añadieron .

Pese a lo anterior, el 18 de diciembre, el gobierno golpista, comandado pro Jeanine Áñez, lanzó una orden de aprehensión en contra de Evo Morales; asimismo, en ocasiones anteriores, se habían registrado allanamientos en los domicilios del depuesto presidente con un excesivo uso de la fuerza y violaciones a su privacidad.

Sobre el asilo de México a Morales, el comunicado de este 26 de diciembre expone: “En este sentido, el gobierno constitucional del Estado Plurinacional de Bolivia, expresó en numerosas ocasiones su molestia y preocupación por la injerencia en los asuntos internos bolivianos por parte del gobierno de AMLO”.

“En fecha 26 de noviembre de 2019, mediante nota verbal -dice el gobierno de facto boliviano- la Cancillería boliviana pidió a la embajada de México que los asilados que tienen mandamiento de apremio por la comisión de delitos comunes sean entregados a las autoridades jurisdiccionales bolivianas. Sin embargo, la Subsecretaría mexicana para Latinoamérica y el Caribe objetó de manera desafiante las decisiones del Ministerio Público de Bolivia, incluso haciendo disquisiciones que no correspondían y que pueden considerarse injerencia en los asuntos internos de otros Estados. El gobierno mexicano rechazó categóricamente la entrega de esas personas y ratificó la decisión de otorgarles asilo en tono de franco desafío a la jurisdicción boliviana”.

Asimismo, explica que en fechas 19 y 29 de noviembre de 2019, y en “reiteradas solicitudes verbales, la embajada de México solicitó al gobierno boliviano refuerzos policiales en la residencia de la embajadora de México. En este sentido, la Cancillería boliviana atendió este requerimiento pidiendo al Ministerio de Gobierno que se atienda esa solicitud”.

Según las autoridades de facto en Bolivia, México “muestran a la opinión pública y a la comunidad internacional un escenario que no existe. Han tergiversado y distorsionado la verdad respecto a las medidas de seguridad en dicha embajada, y han manifestado que temen que las fuerzas del orden ingresen a esa embajada a sacar a los asilados. Eso no puede estar más alejado de la verdad. Bolivia es un país respetuoso de la Convención de Viena sobre relaciones diplomáticas. En tal sentido, jamás violará la inmunidad de un recinto diplomático ni la investidura de un diplomático sea cual fuere el país de que se trate”.

“El Gobierno de Bolivia expresa su profunda preocupación por la injerencia de México en los asuntos internos de Bolivia y llama al diálogo constructivo a ese país, en el marco del respeto a la decisión soberana de los bolivianos de recuperar su plena democracia a través de elecciones libres y transparentes”, afirma el comunicado.

Y se añade: “Bolivia quiere tener relaciones amistosas con México, relaciones de igual a igual basadas en el respeto a la autodeterminación de los pueblos y a la no injerencia en los asuntos internos, en cumplimiento de los principios democráticos y las normas internacionales”.

Aquí el comunicado completo:

http://www.cancilleria.gob.bo/webmre/comunicado/3767

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