Diputadas del PAN y Morena chocaron durante la sesión solemne con motivo del Día Internacional de la Mujer, debido a que se trajo a colación la legalización del aborto.
La ríspida discusión se dio cuando la diputada Marcela Torres del partido blanquiazul subió a tribuna para dar su postura sobre los feminicidios, mientras que las morenistas ondeaban en el Salón de Sesiones de San Lázaro una gran manta de color verde que simboliza el derecho de la interrupción legal del embarazo.
Acto seguido la diputada Laura Martínez de Morena, llamó a las legisladoras del PAN “hipócritas”, porque por un lado defienden a las mujeres que no sean violentadas, pero por otro lado no quieren apoyar los derechos de las mujeres y niñas que se ven obligadas a abortar en las peores condiciones.
Cuando la diputada Wendy Briceño, Presidenta de la Comisión De Igualdad De Género, fue interrumpida en varias ocasiones al intentar hablar sobre el tema, el diputado Pablo Gómez estalló en rabia y le pidió a la diputada presidenta, Laura Rojas que evitara que “sus amigas” de su grupo parlamentario guardarán compostura, mientras su compañera de bancada hacía su intervención.
“Es la crítica y la autocrítica y no detengamos aquello que nos hace ruido, por favor, porque llegamos aquí para legislar todo lo que nos atañe y lo que es una problemática social y por lo que mujeres y niñas mueren. Durante muchos años los gobiernos emanados de Acción Nacional –y lo digo a título personal– no han hecho absolutamente nada para frenar la muerte de mujeres”, sentenció Briceño.
Otra razón de las constantes interrupciones a la diputada de Morena, es que se trataba de la Presidenta de la Comisión de Igualdad de Género que por su cargo debería representar a todas las diputadas, y no podría hablar a título personal sobre un tema como el aborto, Verónica Sobrado del PAN desde la curul solicitó que se retirara su exposición de Briceño del diario de los debates.
Este martes, el Salón de Pleno fue decorado con coronas florales fúnebres con la frase “Justicia para Todas”, cruces de color rosa en las curules y los nombres de las víctimas de feminicidio, entre otras expresiones gráficas utilizadas. Todos los grupos parlamentarios coincidieron que los días 8 y 9 de marzo fueron inéditos, para levantar un clamor en contra de la violencia machista.