En Guayaquil, Ecuador, ya no saben qué hacer con sus muertos: el coronavirus fuera de control

Por: Miguel Alejandro Rivera @miguelalerivera

En Guayaquil, Ecuador ya no saben qué hacer con sus muertos. El coronavirus ha dejado cuerpos en las calles, gente moribunda afuera de las clínicas tosiendo desesperados bajo un viento qué pega porque allá, en el cono sur, es otoño, y en Guayaquil llueve, o hay mucha humedad. Con este escenario, el gobierno del presidente Lenin Moreno, y la administración de la alcaldesa, Cinthia Viteri se ven rebasados.

Un sinnúmero de videos e imágenes de la ciudad ecuatoriana de Guayaquil han dado la vuelta al mundo demostrando que el Covid-19 pone a prueba la capacidad hospitalaria de todos los países. Es difícil ver a un ser humano toser hasta derrumbarse al suelo.

En las calles queman cuerpos, en las casas mantienen a sus fallecidos cubiertos por sábanas, trasladan a los muertos en carritos improvisados y el coronavirus se expande, porque al final, no hay salubridad para tratar con la contingencia. Según el periódico El Universo, hasta el momento hay al menos 450 cuerpos esperando para ser recogidos por los servicios forenses.

La provincia del Guayas, donde se encuentra Guayaquil , hasta el 1 de abril había reportado, según datos oficiales, más víctimas del covid-19 que naciones latinoamericanas enteras: 60 muertos y 1 mil 937 infectados, mil 301, solo en la capital de la provincia, es decir, el 70 por ciento de todo Ecuador. Pero esta cifra no incluye toda la gente que ha muerto sin que se le haga el test para comprobar la presencia del virus, reportó la BBC Mundo.

BBC Mundo se comunicó con algunos de los familiares y vecinos de las víctimas y los testimonios coinciden con aquellas dos palabras que Joseph Conrad destacó en su obra “El corazón de las tinieblas”: el horror, el horror, según el periodista Matías Zibell.

“Mi tío murió el 28 de marzo y nadie viene a ayudarnos. Vivimos al noroeste de la ciudad. Los hospitales le decían que no tenían camillas y falleció en casa. Nosotros llamamos al 911 y nos pidieron paciencia. El cuerpo sigue ahí en la cama donde falleció, porque nadie lo puede tocar ni nada de esas cosas”, cuenta Jésica Castañeda, sobrina de Segundo Castañeda, sólo por poner un ejemplo.

Otra joven guayaquileña que vive en el sureste de Guayaquil y quien pidió que no se difunda su nombre, relató que su padre murió en sus brazos y estuvo 24 horas en la casa.

“Nunca le hicieron la prueba del coronavirus, solo nos decían que nos podían agendar una cita y que tome paracetamol. Tuvimos que retirar el cuerpo por medio de particulares porque no tuvimos respuesta del Estado. Uno siente impotencia al ver a su padre así y tener que salir a pedir ayuda”.

Así, los videos en redes muestran a gente que abandona a los muertos a media calle, ante la molestia de quiebres de pronto se topan con un cadáver en la puerta de su casa. O en el menos dramático de los casos, envuelven al fallecido como si se tratara de un paquete se enviará por correo y lo dejan afuera del domicilio, porque los servicios funerarios reventaron, pero los familiares ya no aguantan el olor, o quizás hasta el miedo de que en ese cuerpo siga viviendo el coronavirus.

“En circunstancias normales tenemos 6 mil defunciones mensuales en el país. En Guayaquil, en enero, tuvimos 828 defunciones. En estos momentos tenemos la misma cantidad de fallecimientos, pero agravada por las circunstancias”. No se pueden vincular esas muertes al coronavirus si no se hacen las pruebas que, en Ecuador, pese a ser el segundo país de la región en fallecidos y tercero en contagios, es uno de los que menos muestras ha tomado: 9 mil 019. “La realización de las pruebas es lo único que nos confirman que los decesos se ha dado por Covid-19. Tendremos más datos cuando lleguen las pruebas rápidas”, indicó el viceministro de Salud, Ernesto Carrasco, según El País.

El ex presidente ecuatoriano, Rafael Correa escribió en su cuenta de Twitter: “Mi solidaridad con las personas enfermas y con aquellos que han perdido un ser querido. Mi gratitud a los servidores públicos y privados que arriesgan sus vidas por proteger las nuestras. Lo urgente es enfrentar la crisis sanitaria con todos los medios posibles”.

Por su parte, la alcaldesa de Guayaquil, Cynthia Viteri, en sus denunció al gobierno de Lenin Moreno en sus redes sociales: “No van a recoger los cadáveres de personas que por Covid-19 o por cualquier otra razón han fallecido en sus casas. Sus familiares están desesperados. Los dejan en las calles, en las veredas, abandonados en sus casas. ¿Qué está pasando en Guayaquil?. ¡La verdad!”.

“Familiares de enfermos dan vueltas en todas las clínicas u hospitales de Guayaquil sin ser recibidos. No tienen donde llevarlos y los regresan a sus casas impotentes. Dijeron que iban a contratar más médicos, ¿dónde están?”, añadió en su cuenta de Twitter, @CynthiaViteri6, al reclamar la ayuda del Gobierno central para abordar la grave situación.