La falta de turistas y alimento han enfurecido a miles de primates en Tailandia. La ciudad de Lopburi se ve afectada por la invasión de al menos 8 mil 400 monos que han diezmado algunos sectores de la economía local y han obligado a cerrar varios negocios, reporta The New York Times.
Los primates, quienes antiguamente eran venerados por las comunidades budistas de la región, habitaban en los templos y en las ruinas de la antigua civilización jemer que hay en la ciudad. No obstante, su número ha crecido descontroladamente y ahora dominan unas cuantas cuadras de Lopburi.
Desde marzo pasado, que ya a nivel mundial se agravaba la crisis por el Covid-19 y la falta de turistas azotaba las ciudades, los monos furiosos y hambrientos protagonizaron batallas campales por la falta de alimento en algunas comunidades de Tailandia.
A pesar de los esfuerzos realizados por las autoridades, durante los últimos años los primates han ocupado edificios abandonados, destrozado establecimientos, atacado a la población local y causado daños a los automóviles estacionados. La Policía local asegura que las acciones que han tomado para controlarlos han sido infructuosas.
En #Tailandia hay menos turistas que alimenten a los monos que allí se encuentran debido al #Coronavirus
Menos alimentos hacen que se hayan grabado estas imágenes de estos primates asaltando las calles y tiendas para hacerse con comida (via @teomanasi) #Covid_19 pic.twitter.com/dGG2W2U7yU— Mar Gómez (@MarGomezH) March 12, 2020
En redes sociales, se han hecho vitales videos de los monos e incluso, los usuarios ironizan que no es una película, sino las comunidades del país asiático.
No es una escena de la película “El planeta de los simios”
Por la escasez de turistas a raíz del Coronavirus, estos primates salieron a buscar su propia comida, ocurrió en Tailandia. pic.twitter.com/mc0DiTIiIL
— Ale Silva (@alesilvaper) March 13, 2020
El agente Nirad Pholngeun, quien ha patrullado la misma área por cinco años, asegura haber visto la población de primates aumentar de forma alarmante. “En un abrir y cerrar de ojos hay más monos. Y muchas crías”, comentó.
Ante este panorama, funcionarios de vida silvestre han comenzado una campaña de esterilización para tratar de controlar su número. Durante junio, más de 300 animales fueron operados, y se espera que otros 200 sean esterilizados en agosto.
Sin embargo, los monos lograron identificar y evitar a los trabajadores del departamento de vida silvestre, quienes portaban uniformes con estampados de camuflaje y atraían a los animales a las jaulas con comida, de manera que los funcionarios se vieron en la necesidad de cambiar de uniforme y pretender que eran turistas. “Los monos son inteligentes. Se acuerdan”, señaló el director de un departamento local de conservación de fauna, Narongporn Doodduem.
Debido a que la dieta de los monos urbanos se basa en comida chatarra o de bajo nivel nutricional, los de Lopburi tienen menos músculos y menos pelaje que los silvestres, además de ser más susceptibles a padecer de hipertensión y enfermedades sanguíneas, explicó Doodduem.
Con información de RT Noticias y The New York Times y Twitter.