Desde el inicio de la actual Administración, en diciembre de 2018, México reformuló la atención al problema de las drogas con una visión integral que aborda este fenómeno desde las perspectivas de seguridad, salud pública, desarrollo, justicia y bienestar, aseguró la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) a través de un comunicado.
Esta nueva visión del gobierno federal y el cambio de paradigma en materia de política de drogas, dijo la SRE, se basa en cuatro ejes esenciales: (1) enfrentar el fenómeno de la inseguridad desde su raíz, mediante programas para el mejoramiento de las condiciones de empleo, educación, salud y bienestar en zonas rurales y urbanas; (2) reducir la oferta de drogas, con acciones para trastocar la cadena de producción, tráfico y comercialización de drogas, a la vez de atacar las estructuras de las organizaciones criminales hasta lograr su desmantelamiento; (3) evitar y prevenir el consumo de drogas y abordar las adicciones mediante programas de educación, tratamiento, rehabilitación y reinserción y (4) reorganizar y fortalecer las instituciones y su marco jurídico, el combate a la impunidad y la corrupción y el respeto a los derechos humanos.
“La actual Administración ha mantenido su compromiso para combatir el narcotráfico y la violencia asociada con este fenómeno con todos los recursos legales disponibles. En ese sentido, cabe destacar la serie de acciones, sin precedente, emprendidas en todo el país, a fin de combatir frontalmente al crimen organizado en sus diversas modalidades. Gracias a la coordinación de las Secretarías de la Defensa Nacional, de Marina, de Seguridad y Protección Ciudadana, del 1 de enero al 16 de septiembre de 2020, se eliminaron 1,813 hectáreas de marihuana y 9,943 hectáreas de amapola; se aseguraron 185 kg de marihuana, 20,069 kg de cocaína, 315 kg de heroína, 260 kg de goma de opio, 19,079 kg de metanfetamina y 1,040 kg de fentanilo”, indicó la Cancillería.
De igual manera, el gobierno mexicano ha emprendido acciones para el debilitamiento financiero de los grupos criminales, logrando asegurar $12,121,742 dólares y $101,045,190 pesos, sin contar las acciones de la Unidad de Inteligencia Financiera de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, como el operativo “Agave Azul” que permitió el bloqueo de cuentas de personas vinculadas al Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG).
En cuanto a la atención a la disponibilidad de drogas ilícitas, el Gobierno de México colabora con la Oficina de las Naciones Unidas Contra la Droga y el Delito (ONUDD) en el desarrollo de los proyectos MEXK54 “Sistema de monitoreo de cultivos ilícitos en el territorio mexicano” y MEXW34 “Fortalecimiento del proceso de recolección de datos de actividades de erradicación” que reflejan una mayor erradicación de plantíos ilícitos y una estimación menor de la existencia de estos dentro del territorio nacional. Ambos programas tienen como objetivo generar información nacional sobre el cultivo de plantíos ilícitos, así como fortalecer las políticas públicas en la materia.
Nuestro país ha dado prioridad al problema de las drogas por interés propio; sin embargo, es claro que, por tratarse de un desafío transnacional, la atención adecuada al problema de las drogas requiere de la cooperación internacional.
En este sentido, a finales de agosto de 2019 los Gobiernos de México y Estados Unidos acordamos la creación del Grupo de Alto Nivel de Seguridad (GANSEG) como un canal único para atender prioridades comunes de seguridad. Como parte de la amplia agenda de temas, se estableció el Subgrupo Binacional de Política de Drogas al interior del GANSEG, a fin de fomentar la cooperación bilateral en la lucha contra las drogas.
En el marco del Subgrupo Binacional de Política de Drogas, se han realizado un aproximado de 30 reuniones de coordinación interinstitucional entre homólogos de México y Estados Unidos, así como con representantes de la ONUDD, con el propósito de avanzar en asuntos prioritarios contra las drogas, como el fortalecimiento de las capacidades operativas para la detección de sustancias ilícitas.
Este alto nivel de interlocución ha contribuido a mejorar la confianza y coordinación entre las autoridades de ambos países. El fruto de estas reuniones ha permitido poner en marcha acciones concretas, entre las que destacan la “Estrategia de Inspección y Vigilancia de Paquetería en el Servicio Postal”, el “Plan Territorial Estratégico en Centrales de Autobuses”, la posible inclusión de México en el Programa de Control de Contenedores de la ONUDD y la Organización Mundial de Aduanas (OMA), así como la identificación de áreas de oportunidad para el fortalecimiento de las capacidades operativas y de inspección en aduanas del país contra el tráfico ilícito de drogas y otros productos prohibidos.
Asimismo, la continua interlocución que se ha logrado a través del GANSEG ha permitido importantes avances cuantitativos y cualitativos en la cooperación bilateral contra la delincuencia organizada transnacional, como el análisis conjunto de rutas de tráfico desde y hacia México; la identificación y desarticulación de redes criminales; la mitigación y monitoreo de fentanilo y otras drogas sintéticas. También ha impulsado acciones tendientes a la identificación y destrucción de laboratorios de drogas sintéticas, la estandarización de las metodologías para el análisis de sustancias y precursores químicos y la realización de diagnósticos sobre el uso de fentanilo y otras drogas sintéticas.
La responsabilidad compartida es uno de los pilares fundamentales en la cooperación con Estados Unidos. La solidez de la relación bilateral y de los mecanismos de diálogo y cooperación demuestran el compromiso de ambos gobiernos en fomentar relaciones amistosas que permitan abordar sus inquietudes, así como encontrar soluciones conjuntas a los retos compartidos.
Las acciones nacionales y de cooperación internacional mencionadas muestran el decidido compromiso del Gobierno de México en la lucha contra las drogas y sus esfuerzos permanentes para desmantelar a las redes del narcotráfico y delitos conexos.
El Gobierno de México reitera su disposición de seguir trabajando estrecha y coordinadamente con las autoridades de Estados Unidos en beneficio de la seguridad y salud de los habitantes de ambos países, con base en los principios de responsabilidad compartida, confianza mutua y respeto a la soberanía, jurisdicción y legislaciones de ambos países.