En su visita por Mexicali, Baja California, como parte de su gira, el presidente Andrés Manuel López Obrador, aseguró que la planta de la cervecera Constellation Brands no operará en el estado a petición de los pobladores.
Como respuesta a las demandas de los habitantes, se hizo una consulta ciudadana y se decidió que no se llevara a cabo la apertura, uno de los motivos es por la falta de agua en el norte del país.
“Como sabemos había una inconformidad desde que se autorizaron en el gobierno anterior los permisos para la operación de esta cervecera”, apuntó el presidente.
Por último, le pidió a la secretaria de Medio Ambiente y Recursos Naturales, María Luisa Albores que actúe para que se resuelva la situación de manera definitiva.
“Le digo a la gente de Mexicali que tenga la confianza de que esa planta no se va a abrir y le pido al mismo tiempo a la secretaria del Medio Ambiente para que actúe conforma a la ley se resuelva en definitiva este asunto”.
El presidente Andrés Manuel López Obrador sostuvo una reunión con directivos de la empresa cervecera Constellation Brands el 31 de marzo de este 2020 para llegar a un acuerdo mediante el cual se busca una alternativa para instalar la planta en otro lugar.
“Ya estamos viendo otros sitios, se van a analizar otras opciones, me quedé muy satisfecho por la actitud de los directivos de esta empresa cervecera fueron muy respetuosos, nada de prepotencia y entendiendo el por que de esta situación en plan propositivo”, expresó el primero de abril, un día después del encuentro.
En su habitual conferencia de prensa matutina, el jefe del Ejecutivo Federal aseguró entonces que los directivos desistieron de irse a los tribunales y optaron por la vía de las negociaciones, y mover la planta a otra región.
López Obrador calificó a los encargados de Constellation Brands como muy buenas personas que se pueden poner como ejemplo de buen comportamiento en situaciones de conflicto, porque no tuvieron actitudes en contra de las decisiones del gobierno.
Cabe mencionar que debido a una consulta ciudadana llevada a cabo el 21 y 22 de marzo en Mexicali, Baja California, se determinó cancelar la construcción de la planta con una inversión de mil 400 millones de dólares, debido a las inconformidades de los pobladores ante la posibilidad de que escaseara el agua en la zona si entraba en operación.
