Tuvieron que pasar más de 100 años para que se rompiera la tradición de las mascotas presidenciales en Estados Unidos; McKinley tenía un loro, Franklin D. Rooselvelt un terrier escoces, Kennedy un pony, Clinton su perro Buddy y un gato llamado Socks, Gerge W. Bush tuvo dos terriers escoces y los Obama dos lindos perritos de agua.
A la llegada Donald Trump al mando Ejecutivo, la Casa Blanca, se quedó sin mascota presidencial por cuatro años, y es que en alguna ocasión éste declaró que no tenía tiempo para un animal, cuestionándose así: ¿cómo se vería paseando a un perro por los jardines de la residencia oficial?
Por tal razón, ahora Major ha llamado la atención de los reflectores, pues la mudanza de los Biden traen consigo el regreso de los peluditos amigos Major y Champ, quienes adornarán los jardines de esta residencia.
El más pequeño es Major, pastor alemán quien fue rescatado por el ahora presidente Joe Biden y la primera dama Jill Biden en noviembre del 2018; éste se encontraba en resguardo por la Asociación Protectora de Animales en Delaware; nunca imaginó que dos años después haría historia convirtiéndose en el primer perro rescatado en instalarse en la Casa Blanca: su historia lo ha convertido en el consentido por muchos.
Por otra parte y no menos importante se encuentra Champ, también un pastor alemán y nombrado así en referencia a la frase del padre de Baiden: “¡Cuando te derriben, campeón (champ en inglés), levántate!”, este perruno amigo es el mayor de la familia con más de 12 añitos y que completa el par perfecto para hacerle compañía a Baiden durante su mandato, pues bien lo dijo el pasado 1 de noviembre: ¡pongamos de nuevo los perros en la Casa Blanca!
Let’s put dogs back in the White House. pic.twitter.com/7pBihksfXT
— Joe Biden (@JoeBiden) November 1, 2020
Si quieres saber más sobre la vida estos nuevos perrunos amigos ya puedes seguirlos en su cuenta oficial en Twitter: @TheOvalPawffice