Las crisis entreveradas por las que atraviesa el capitalismo internacionalmente, han adquirido, como hemos señalado en varias ocasiones, un carácter político que cuestiona, con diverso alcance en algunos países, el régimen político nacional.
Colombia es el más claro ejemplo desde hace varias semanas con las movilizaciones sociales y la represión feroz del gobierno de Ivan Duque.
Las elecciones en Perú, cimbraron al sistema político con el triunfo popular de Pedro Castillo que se enfrenta al intento de Keiko Fujimori de desconocer el resultado, apoyado por algunos sectores del ejército.
En Argentina, la derecha oligárquica se niega a un abasto de carne a precios accesibles y en los barrios ricos de Buenos Aires rechazan el confinamiento decretado por el gobierno ante el ascenso de la pandemia en el invierno.
Ahora toca el turno a Nicaragua que realizará elecciones presidenciales el 7 de noviembre, donde el gobierno encabezado por Daniel Ortega intenta impedir el registro de algunos candidatos con amenazas de represión. Este gobierno ha enfrentado varias movilizaciones sociales en los últimos meses con respuestas represivas de diverso alcance. La OEA, esa organización, llamada con claridad por Fidel Castro en 1962, Ministerio de las Colonias de Estados Unidos, llamada, en los últimos años, por el boliviano Hugo Moldiz, un cadáver viviente, con el deleznable Luis Almagro, “almugre” lo han llamado los moneros, como Secretario, intenta desde ahora, preventivamente, descalificar el próximo proceso electoral en Nicaragua.
Y por enésima vez, desde hace 29 años, año tras año, a excepción del pasado año, abrumadoramente, la mayoría de los países en las Naciones Unidas, condenaron el bloqueo contra Cuba que realiza Estados Unidos. Bloqueo que ha costado al pueblo cubano miles de millones de dólares, y que, en condiciones de pandemia, adquirió visos genocidas. Entre abril de 2019 y marzo de 2020, “las numerosas regulaciones y disposiciones emitidas por el gobierno de los EE.UU. contra Cuba alcanzaron niveles de hostilidad sin precedentes”, denunció el gobierno cubano ante la ONU. Sólo Estados Unidos e Israel votaron contra la resolución de 184 países que votaron contra el bloqueo, y se abstuvieron, sin vergüenza alguna, los gobiernos represivos de Colombia y Brasil.
La lucha contra la corrupción en México, avanza
A la mitad del camino, Andrés Manuel López Obrador, mantiene la lucha contra la corrupción y día tras día exhibe la podredumbre de los gobiernos neoliberales. La corrupción, se ha estimado, representa entre el 5 y 10% del PIB en nuestro país, cuya dimensión podemos imaginar mejor si tenemos en cuenta que la agricultura representa alrededor del 3%, el petróleo y la minería alrededor del 5 por ciento.
