Presidente López Obrador asegura que la 4T está llevando a cabo “una revolución de las conciencias y un cambio de mentalidad”

Luego del inicio de operaciones del Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA), el presidente de México Andrés Manuel López Obrador habló sobre la polémica y las molestias que generó la obra.

El mandatario señaló que quienes la criticaron, “decían que no íbamos a terminar nunca, que iba a ser una obra de mala calidad, entonces, todo eso se les cayó, no pudieron, los hechos demuestran que es un aeropuerto muy bueno, pero entonces, si no tenían nada que cuestionar, si fuesen honestos intelectualmente hablando, hubiesen dicho ‘reconozco que me equivoqué, me obnubilé por mi conservadurismo, pero estoy reconociendo que sí es una obra importante’”.

El titular del Ejecutivo descartó que haya un desgaste a su gobierno por la polémica, los debates y confrontación política en torno a su gestión, y reiteró su crítica a la “moderación y el centrismo”, en tiempos de transformación, cuando es preciso definirse.

“Eso es lo que estamos haciendo, y por eso no afecta el que haya debate y confrontación política. Yo les diría que es necesario, indispensable, porque lo que más daña a los procesos de transformación, de cambio, es la simulación. Parece mentira pero es el que no nos definamos, la moderación, el centrismo, sobre todo cuando se requiere de una transformación. Hay que definirnos”, manifestó.

El presidente aseveró que el régimen de corrupción se apoyó mucho en la simulación, “porque no se hablaba con claridad, y los conservadores parecían liberales o fingían ser liberales. Y Ahora cada quién está asumiendo su postura, son momentos de definición, y es muy bueno que no haya hipocresía”.

Al respecto, López Obrador subrayó que como parte del proceso de transformación, se requiere concretar una revolución de las conciencias y un cambio de mentalidad, porque sobre el resto de las acciones existe siempre el riesgo de que sean reversibles.

Por ello, habló del racismo y el clasismo que estaba oculto y mostró las reacciones en Twitter que hubo de un sector, ante la apertura del aeropuerto Felipe Ángeles, quienes destacaron la información de una señora que vendía tlayudas en las instalaciones del AIFA.

Lo hicieron “con un desprecio” y desconocimiento de las culturas de nuestro país. “Ya quisieran comerse una tlayuda. ¿Qué quieren una torta de Estados Unidos, hamburguesa?, pero es mucho el racismo, el clasismo y el coraje”.

Apuntó que el conservadurismo no está creciendo, pero hay como 25 o 30 millones de personas con pensamiento conservador.

Cuestionado en ese sentido, durante la conferencia sobre si no buscará un diálogo con la población conservadora para convencerlos de su proyecto, el mandatario afirmó que “es muy difícil, no escuchan”.

Relató que en una reunión con empresarios, uno de ellos le preguntó luego de recordarle las giras que ha realizado en la montaña de Guerrero, “¿por qué no nos das a nosotros el mismo tiempo?”. Al empresario le respondió: “Sí les doy el mismo tiempo, nada más que ustedes tienen más posibilidades de informarse, de saber qué está ocurriendo, entonces tengo que dedicarle más tiempo a la gente más marginada”.

López Obrador aseguró que los comentarios clasistas no son “ilegítimos”, y “cada quien puede expresarse, manifestarse. Hay plenas libertades, no se va a reprimir a nadie, no hay censura, pero que ya no se simule, que nos definamos como tiene que ser, porque daño mucho, detuvo el cambio democrático esa política de medias tintas. Afectó mucho la llamada sociedad civil, los independientes, los que no tomaban partido, las organizaciones no gubernamentales, cuando sí tenían partido como se está viendo actualmente. Claro que tenían partido, y es el partido de los potentados”, declaró de manera enfática.

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