La reforma eléctrica: presente y futuro de la nación

Después de la exitosa e inédita consulta democrática sobre la revocación de mandato en la que cerca de 16 millones de ciudadanos votamos el 10 de abril, aniversario del asesinato de Zapata, y domingo de ramos, inicio de las vacaciones de semana santa para una parte importante de la población, y ratificamos la permanencia de Andrés Manuel López Obrador en la presidencia, el país atraviesa por otro proceso histórico en donde se juega la soberanía eléctrica nacional.

La Suprema Corte ya reiteró la constitucionalidad de la reforma eléctrica y toca ahora a la Cámara de Diputados aprobar la reforma constitucional propuesta que garantiza la rectoría del Estado en este sector estratégico.

La coalición Juntos Hacemos Historia (Morena-PT-Partido Verde) con mayoría en la Cámara, pero no mayoría calificada, ha trabajado para recoger algunas propuestas, particularmente del PRI, que mejoraran la iniciativa, aceptando ocho de sus diez propuestas. Sin embargo, este partido en descomposición acelerada reitera su entreguismo a los intereses de las trasnacionales y empresas nacionales que han obtenido enormes ganancias violando, en la mayoría de los casos, la misma ley por ellos aprobada en la contrarreforma de Peña Nieto. Y su dirigente ordena estrepitosamente votar contra la reforma propuesta.

La descomposición y falta de argumentos de la oposición coaligada, a instancias de Claudio X. González, oligarca mediático, en su membrete Va por México, se observa con Brozo y Loret de Mola de Latinus y con la caída libre de Lorenzo Córdoba y Ciro Murayama que comandan el INE y fracasaron en su intento de impedir el ejercicio de democracia participativa exigida por millones de ciudadanos. Recordemos todos los obstáculos que pusieron para intentar detenerlo. Y, después de esa votación millonaria que superó los votos registrados por los candidatos a la presidencia del PRI y del PAN en 2018, realizan insulsos y tramposos análisis aritméticos para denostar los resultados.

Ahora, en el proceso de la Cámara de Diputados para dictaminar la reforma eléctrica propuesta por el ejecutivo exhiben sus verdaderos intereses, su servilismo a los intereses extranjeros. Todos pudimos ver a Edna Díaz, diputada del PRD, por el estado de México e integrante del grupo del corrupto exgobernador de Michoacán, Silvano Aureoles, recibiendo instrucciones del cabildero italiano, representante de la empresa energética Enel, para participar con su voto en contra de la reforma. Cabildero no registrado como tal en la cámara de diputados. Y exhiben su decadente nivel con la chunga de la pillamada de los priistas en la Cámara de Diputados para asegurar su asiento, su voto y, seguramente, sus emolumentos dinerarios, que en días de guardar nos remiten a Judas.

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