Afirma López Obrador que gobierno de Estados Unidos financia organizaciones contra el Tren Maya, “no nos rendimos a la primera”, reitera

Los amparos que se presentaron en contra de la construcción del Tren Maya no son de ejidatarios ni de pequeños propietarios sino de organizaciones financiadas por empresarios e incluso por el Gobierno de Estados Unidos, afirmó esta mañana el Presidente de México Andrés Manuel López Obrador.

“Estos amparos no son de ejidatarios ni de pequeños propietarios, no hay poseedores de tierra que estén amparados; son de organizaciones, algunas financiadas por empresarios, otras incluso financiadas por el gobierno de Estados Unidos. Un poco lo que pasó con el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles que llovieron los amparos, no de los dueños de la tierra, de los habitantes de los pueblos, sino de las organizaciones de Claudio X. González y de los que quisieran que nos fuera mal; pero nosotros, creo que ya es de dominio público, ya es sabido que somos perseverantes, no nos rendimos a la primera, además ya los conocemos”.

En la conferencia matutina, realizada desde Isla Mujeres, Quintana Roo, el titular del Ejecutivo Federal acusó la existencia de intereses económicos detrás de las protestas y la oposición al proyecto ferroviario.

“¿Por qué aquí, específicamente aquí tenemos tanta protesta?, bueno, hay una serie de intereses que no quieren que avancemos en la construcción del tren, no son los de Felipe Carrillo Puerto, no son los ejidatarios, son intereses aquí (tramo 5), donde hay más dinero, para decirlo con claridad, y lo que no suela lógico, suena metálico”.

López Obrador aseguró que ha platicado con “auténticos ambientalistas” para que hablen con la gente, porque se han hecho consultas, se les ha preguntado a los campesinos y la mayoría está de acuerdo y apoya la construcción del Tren Maya y afirmó que son invenciones las afectaciones del Tren Maya a los ríos submarinos y al enjambre de cenotes en la zona.

El mandatario nacional añadió que en Mérida, Yucatán, tuvieron que tomar la decisión de no entrar a esa ciudad a pesar de que se podía hacerlo por el derecho de vía ya existente pues temieron que les “lloverían los amparos y nos íbamos a quedar entrampados”.

“Y en efecto, aun cuando ya no va a entrar el tren a la ciudad, hasta se tenía la estación, nos ha costado conseguir los terrenos, porque ya no son campesinos (…) sintieron que iba a pasar el tren, y empezaron a acaparar la tierra a especular, ya son empresas inmobiliarias. Hay casos en los que no aceptan los avalúos y quien sacar raja, cobrar muchísimo”, dijo el mandatario.

El Presidente de México reconoció que dio la instrucción para que se expropie y se pague a precio comercial, “pero no más”, y adelantó que el próximo lunes visitará la fábrica Alstom, encargada de construir los vagones del Tren Maya junto con Bombardier.

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