La soberanía energética de las naciones, eléctrica, en tiempos de crisis entreveradas y guerra en ascenso

El curso de la guerra entre Rusia y Ucrania, azuzado por la OTAN y, en particular, por el imperialismo estadounidense en acelerado declive de su hegemonía mundial, ha vuelto a poner sobre la mesa los intereses nacionales, el ejercicio de la soberanía, el papel del Estado en la generación y distribución, en este caso de la generación eléctrica pública en Francia.

La guerra y las medidas contra Rusia decretadas por Estados Unidos y aceptadas sumisamente por la Unión Europea, han elevado los precios de los energéticos, en particular del gas, de los granos básicos, de los alimentos, registrando niveles de inflación no vistos hace varias décadas que inciden gravemente en la pérdida del poder adquisitivo del salario, sobre las condiciones de vida de la mayoría de los trabajadores que han estado sometidos a un acentuado proceso de precarización laboral.

La dimensión política de la crisis adquiere cada vez más manifestaciones diversas en cada país y pone en cuestionamiento a los regímenes políticos, a la democracia neoliberal que garantiza las ganancias de los grandes capitales y abandona a la mayoría de la población. Los trabajadores van a huelga, las manifestaciones populares se multiplican, los gobiernos se tambalean, las elecciones muestran las debilidades institucionales y la fragilidad de las alianzas de los gobiernos.

En estos primeros días de julio se muestra la crisis en Inglaterra que lleva a la renuncia del primer ministro, Boris Johnson, que tenía varios cuestionamientos públicos y políticos desde su inaceptable comportamiento durante la pandemia, pues mientras la población vivía en medio del aislamiento impuesto por el COVID, el ministro realizaba reuniones, comidas y brindis con sus allegados.

Mayor trascendencia tiene la decisión del ejecutivo francés de nacionalizar el sector eléctrico en su país. Electricité de France (EDF), empresa pública, ya tenía el control sobre el 83.9% de la generación eléctrica, la mayor parte generada por reactores nucleares. Ahora se anuncia la completa nacionalización del sector.  También se anuncia que considera a la generación eléctrica por gas y por energía nuclear como energías limpias, “verdes” y que se va en el camino de las energías renovables. En otros países europeos, como Alemania, los gobiernos abren el debate hacia la recuperación de la soberanía energética y la nacionalización.

Esta situación internacional nos muestra cuan acertadas han sido las medidas de nuestro gobierno. El presidente rescató y modernizó las refinerías, adquirió la refinería de Dark Park y acaba de inaugurar la refinería Olmeca de dos bocas y, desde luego, se ha trabajado en la recuperación de Pemex que fue desmantelado y endeudado por los gobiernos neoliberales anteriores. Asimismo, exhibe cuán equivocados, al grado de traición a la patria, estuvieron los diputados de la oposición que impidieron la reforma constitucional para garantizar la rectoría del Estado en la generación de electricidad.

Tags:

También te podría interesar

Valientes

Si algo nos enseña la historia es que las grandes transformaciones sociales ocurren sin ...

Se deslinda Chong del pacto Duarte con EPN

Miguel Ángel Osorio Chong, coordinador de los senadores del PRI, aseguró que no tiene ...