Política migratoria republicana fascistoide

En el contexto histórico del declive de la hegemonía estadounidense, de la descomposición de su caduco régimen electoral y en una coyuntura electoral adelantada, los republicamos, con la permanente presencia de Donald Trump a la cabeza, vuelven a poner en primer plano el tema migratorio para silenciar también su penosa situación social interna que se muestra en la crítica situación de miles y miles de jóvenes atrapados por las drogas y en una dramática y cotidiana tragedia social con los asesinatos masivos en escuelas, fiestas, centros comerciales en el país con mayores armas en casa a la mano de jóvenes y adolescentes y una sociedad del rifle que fomenta y sostiene a la industria militar so pretexto de su sacro derecho a armarse, a matar.

Después del traslado, en abril, de centenares de migrantes de Florida hacia Nueva York, Massachusetts y Washington, acciones más de vodevil que de política real, ahora refuerzan líneas militaristas y fascistoides, criminalizando la migración, so pretexto de la “seguridad fronteriza”.

El gobernador republicano de Florida, De Santis, en competencia con Donald Trump por la próxima candidatura presidencial, llega a tomar medidas fascistoides e irracionales para su propia economía. Anuncia que de llegar a ser presidente autorizará a disparar, a matar, a los migrantes, designará a los cárteles de la droga como “organizaciones criminales” y amenaza con declarar la guerra a México, invadirnos y bloquear los puertos. Anulará la disposición de la 14 enmienda que otorga la ciudadanía estadounidense a los que nacen en Estados Unidos. Y, más allá, está visitando diversos condados fronterizos en Texas y Arizona para formar una coalición antiinmigrantes.

El 1 de junio en Florida entraron en vigor tres leyes para autorizar portar armas sin permiso, condenar a muerte a pedófilo y una nueva ley de inmigración. La política de migración es una de ámbito federal y no estatal. Entre las medidas adoptadas está el que los patrones que ocupen a más de 25 empleados deben verificar su estatus migratorio, so pena de diversas penas; los hospitales deben informar sobre la condición migratoria de sus pacientes y penaliza el transporte de personas sin documentos.

El de Texas, Greg Abbot, no se queda atrás; retoma la construcción del muro fronterizo, ahora flotante, en el Río Bravo, aumenta la presencia militar y asigna más de cinco mil millones de dólares para la seguridad.

AMLO ha propuesto a nuestro compatriotas en Estados Unidos a responder a De Santis llamando a no otorgar ni un voto a quién desprecia a los migrantes.   

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