Opinología, ¿Mentiras Verdaderas?

Es bien sabido que hoy somos fieles creyentes y practicantes de la opinología, una nueva forma de participar en todo, hasta en lo que no se sabe ni se conoce. Esta reciente practica ha traído a las relaciones sociales innumerables situaciones negativas, como distanciamiento familiar, cambios de trabajo, divorcios, incluso peleas cuerpo a cuerpo y, también, la creación de nuevos líderes de la información, profesionales de la opinología que hoy tienen un séquito que los reconoce como expertos, sin cuestionarles nada.

No importa el tema, alguien debe moderar la plática y ese alguien es quién inicia con algún tema que leyó por ahí o que llegó a sus manos por casualidad. Los creyentes y practicantes de la opinología se muestran de diversas formas: “No me creas, pero el Licenciado el otro día comentó que las redes sociales controlan la mente”; “No amiga, eso no es así, esas son puras mentiras, la verdad verdadera es que nos van a vender a los chinos, por eso las tiendas que están abriendo”; o el clásico, “de muy buena fuente lo sé”. Pero para el líder de opinión, que todo lo sabe, todo es una simulación y que en cualquier momento las cosas van a cambiar radicalmente, por eso tanto avistamiento de naves marcianas.

Sin duda estamos viviendo una etapa de supuestos, invenciones y realidades paralelas, donde lo importante es opinar. ¿Qué pasará cuando la realidad nos alcance y muestre escenarios totalmente contrarios a lo que en su momento profesamos? Seguramente nos sentiremos desconcertados o hasta engañados. Sin embargo, no hay nada más valioso que sentirnos en paz y darnos cuenta de que no somos dueños de la verdad absoluta, que nuestro punto de vista es valioso, si lo mantenemos en lo personal, sin ataduras o creencias y, sobre todo, habremos aprendido que, con la verdad, no se juega.

¿Hasta cuándo participaremos de las mentiras verdaderas como expertos de la opinología? Es pregunta que se aferra a la Tierra, para no perder el piso.

Leonardo Flores

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