Por fortuna, las actitudes xenofóbicas (es el miedo a lo externo, al extranjero, pero en el caso de las caravanas que cruzan territorio nacional, las personas que las conforman han salido de países que atraviesan una crisis económica y de violencia.) Y clasistas no representan el pensamiento mayoritario de los mexicanos, cuya hospitalidad hacia los extranjeros y solidaridad con los necesitados se manifiesta. Sin embargo, no estamos exentos de encontrar posturas que son marcadamente discriminatorias y, por tanto, excluyentes.

Recordemos que, en fechas recientes, en el llamado mundo del espectáculo sucedió un caso lamentable en el que se mostró el odio hacia una actriz mexicana debido a su origen. Fue Sergio Goyri quien, en un video, llamo “pinche india” a Yalitza Aparicio, en el momento en que la oaxaqueña estaba nominada a un Óscar por su participación en la película Roma.

El punto es que en medios nacionales y redes sociales se da cuenta de una campaña de ataques que se ha desatado en contra de los migrantes a los que se les considera flojos, delincuentes y un peligro para el país.

Según especialistas, el odio y la discriminación contra los migrantes y centroamericanos por parte de grupos de compatriotas no es distinto a lo que se ejerce en México y así se reconoce desde la Comisión Nacional para Prevenir la Discriminación (CONAPRED).

Cabe señalar que una de las versiones que se manejan sobre las causas de la migración que se genera de Centroamérica y otras partes del mundo es debido a la pobreza, marginación e inseguridad que se padece.

De igual manera se habla de que podría ser una estrategia del actual gobierno estadounidense relacionado con negocios (construcción de un muro) y aspectos políticos (reelección presidencial de Donald Trump), ya que puede utilizarse la propaganda del miedo sobre el “riesgo” que representa tener a miles de migrantes tratando de entrar al país vecino.

En un texto del organismo, denominado mitos y realidades sobre la caravana de migrantes y personas refugiadas, se expresa que “la xenofobia y el raciclasismo contra las personas de Centroamérica es algo que sucede en la sociedad mexicana desde el pasado pero en la actualidad se presenta en forma más abierta.

Datos de la encuesta nacional sobre discriminación 2017 dan cuenta de que estas reacciones sociales no representan la opinión mayoritaria de la población mexicana: más de la mitad opina que se les debe dar refugio hasta que puedan regresar a su país (53 por ciento) y una tercera parte piensa que se les deben dar papeles para que puedan vivir y trabajar aquí (33 por ciento). A su vez, muestra que la opinión de que deberíamos cerrarles la frontera y devolverlos a su país es minoritaria (1 y 12 por ciento, respectivamente).

Para contrarrestar las expresiones discriminatorias es importante informar sobre el hecho de que la composición sociodemográfica de los grupos migrantes no es la que se pregona en algunos tuits.

El Grupo Patriotas (United Constitutional Patriots) que acampa en la frontera de Sunland Park, Nuevo México, y Anapra, Chihuahua, para cazar y detener migrantes, recibe el apoyo de mexicanos radicados en Estados Unidos y México, quienes respaldan los patrullajes de civiles contra el ingreso de indocumentados e incluso participan en la captura de centroamericanos.

En videos y comentarios difundidos en redes sociales, mexicanos antinmigrantes defienden las acciones del grupo integrado por seguidores del presidente Donald Trump y de la extrema derecha de Estados Unidos

Aunado a esto desde la semana pasada desde muy temprano el presidente de Estados Unidos Donald Trump @realdonaldtrump comenzó a enviar a través de su cuenta de Twitter una cadena de mensajes relacionados con la inmigración ilegal y la supuesta inacción de México para frenar las caravanas migrantes. Además de amenazar nuevamente con cerrar la frontera sur, Trump también se refirió al incidente entre militares de ambos países diciendo que “soldados mexicanos apuntaron contra soldados estadounidenses”.

De acuerdo con el índice GLAC, entre el 15 y el 21 de abril pasados, Chiapas registró un incremento en el fenómeno de la migración ilegal, asociada con el tráfico de personas, y se colocó en el lugar 30 del ranking nacional de calidad de vida, así como en el mismo lugar 30 en casos de violación a la ley migratoria y trata de personas.

El análisis destaca que el tema de mayor impacto en la entidad fue la saturación de las instalaciones migratorias en la franja fronteriza del estado, por el arribo diario de entre 200 y 300 migrantes de diversas nacionalidades, entre ellas cubanos, congoleños, angoleños, haitianos y de otros países centroamericanos.

Lo cierto es que la migración no es un problema de un país sino de las naciones expulsoras, las que son paso obligado y las que se considera receptoras; es decir, se trata de algo que debe abordarse de manera integral en tanto que se da a escala planetaria.

La característica de los mexicanos es que somos solidarios. Eso está bien documentado. Muestra de ello son “Las Patronas”. Un grupo de mujeres que su aportación consiste en ofrecer alimentos, asistencia y palabras de apoyo a miles de migrantes centroamericanos que cruzan Veracruz a bordo de “La Bestia”, un tren que para los migrantes se ha convertido en el medio ideal de transporte y es la antesala del Sueño Americano.

Hagamos un poco más leve este sueño…

Gracias.

Despedida.

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