El pasado 12 de noviembre Rosario Piedra Ibarra tomó protesta como la nueva titular de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH).
Hija de Rosario Ibarra de Piedra, fundadora del Comité ¡Eureka! y una de las activistas más reconocidas por su lucha en pro de los derechos humanos y víctima, de hecho, de la desaparición de su hijo como parte del periodo denominado “la guerra sucia”, Rosario Piedra anunció medidas inmediatas tras su llegada al organismo, indispensables en el marco de una crisis que México vive desde hace al menos dos sexenios: ahorro, agilización de trámites, atención a las víctimas y aumentar legalmente la capacidad de injerencia de la Comisión fueron algunos de los objetivos mencionados en un comunicado que publicó en su cuenta de Twitter el pasado 21 de noviembre.
Su elección en el Senado de la República, así como su posterior toma de protesta, se vieron envueltas en la polémica por las críticas y las manifestaciones de los grupos opositores. Por un lado, la bancada del PAN y sus aliados denunciaron que la elección de la activista se dio mediante un proceso viciado. Esto pese a que a la Mesa Directiva, encabezada por Mónica Fernández, ratificó la elección el pasado 8 de noviembre. “El proceso que nos marca la Ley ha sido concluido y en este sentido no se puede volver a realizar una votación”, expresó la Presidenta. Por tanto, Rosario Piedra ganó con 76 votos la titularidad de la CNDH frente a Arturo Peimbert, quien terminó por debajo, con 24.
Por otro lado, los grupos de oposición realizaron una manifestación simbólica en el Senado de la República, el cual “clausuraron” para evitar la toma de protesta de la nueva titular. Asimismo, presentaron una impugnación en la Mesa directiva con el fin de reponer el proceso.
Ante esto, el Movimiento de Regeneración Nacional, del que Piedra Ibarra fue militante e incluso candidata, resolvió aceptar y proponer la reposición del proceso. El coordinador de los senadores del partido, Ricardo Monreal, acotó que se trataba de una medida política y no legal. “Morena, como grupo parlamentario, no puede estar sometido a la duda o a la desconfianza. No tiene precedente, no hay incluso ningún fundamento jurídico, sin embargo, esta voluntad política con el riesgo de que no se logre la mayoría, o que se logre, pero es una nueva elección”, dijo.
La reposición de la votación fue negada después de la votación, gracias a la mayoría de Morena y sus aliados. Así, Rosario Piedra tomó protesta en medio de empujones el pasado 12 de noviembre. Los legisladores de la oposición, entre ellos el panista Gustavo Madero, pretendieron detener el acto de físicamente, subiendo a la Mesa Directiva e incluso agrediendo a la Presidenta.
Sin embargo, se concretó la toma de protesta, tras lo cual la nueva titular formalizó el protocolo del acta de entrega-recepción como parte del marco normativo para finalizar con la anterior gestión del organismo, a cargo de Luis Raúl González, el pasado 17 de noviembre.
Además, el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) rechazó las impugnaciones presentadas por Acción Nacional y Israel Trujillo López, quien también fue candidato al cargo. En ambos casos, el Tribunal resolvió que “el acto combatido es ajeno al ámbito del derecho electoral, ya que el nombramiento de la presidencia (de la CNDH) es un acto formal y materialmente de carácter parlamentario”.
En su primera rueda de prensa, Rosario Piedra presentó las medidas inmediatas que tomaría como parte de un plan de austeridad, transparencia y con el objetivo de combatir el rezago y fortalecer a la CNDH.
En cuanto a la austeridad y la transparencia, dijo que acorde con que ningún servidor público puede recibir remuneración o retribución mayor a la que se establezca en Presupuesto de Egresos de la Federación, se aplicará íntegramente la Ley Federal de Remuneraciones de Servidores Públicos, de tal manera que ningún funcionario de la Comisión, incluyendo la presidencia de la misma, ganará más que el presidente Andrés Manuel López Obrador.
En ese sentido, adelantó que se reducirán los sueldos mayores a los del Presidente que actualmente existen, lo que generará un ahorro del 30% que se destinará en las áreas de prioridad, mientras que se eliminará todos los conflictos de interés que deriven de la contratación de familiares.
Las medidas de reducción del gasto, en síntesis, incluyen la disminución de viáticos y gastos innecesarios, eliminación de viajes al extranjero (salvo casos justificados), así como revisar todos los contratos de prestación de servicios y rentas de equipos, con el fin de cancelar los que se hayan otorgado por influyentismo o corrupción. Además se ahorrará en energía eléctrica y el resto de los servicios.
Mientras, para combatir el rezago y fortalecer a la CNDH, dijo que se sostendrá un diálogo permanente con las víctimas de violaciones a derechos humanos, con los colectivos comprometidos con esa causa, con la Cámara de Senadores y la Cámara de Diputados, todo con el fin de fomentar un análisis que fortalezca y agilice los procesos de la CNDH; se acercará las oficinas a quien las necesite, las cuales darán atención, en el caso de la Ciudad de México, 24 horas; se revisarán los perfiles, puestos y funciones de la plantilla de cada una de las áreas de la Comisión y en especial de la Visitadurías Generales, con el fin optimizar el trabajo, pues reconoce que “existe una mala distribución del trabajo”; y se buscará la capacitación y la actualización del personal de las áreas sustantivas de la Comisión en materia de derechos humanos, así como en materia de mecanismos de solución de controversias y en materia de bloque constitucional y de convencionalidad, entre otros aspectos.
