El ministro de Justicia y Seguridad Pública de Brasil, Sergio Moro, conocido por llevar a prisión a Lula da Silva como juez, anunció este viernes su renuncia tras la destitución del director de la Policía Federal por parte del presidente del país, Jair Bolsonaro.
El exjuez explicó que renuncia por la destitución del director general de la Policía Federal, Mauricio Valeixo, y mencionó la necesidad de tener autonomía para ejercer sus funciones.
Además, lanzó graves acusaciones contra Bolsonaro y denunció “interferencias políticas” en la lucha contra la corrupción al afirmar que el presidente le había revelado que buscaba reemplazar a Valeixo porque quería en el cargo a alguien con quien tener “contacto personal, para llamarlo y pedir información, informes de inteligencia”.
“Dar este tipo de información no es el trabajo de la Policía Federal”, agregó. Aunque Moro no lo mencionó expresamente, cabe recordar que tres hijos del presidente están bajo investigación.
Moro sí dijo que él no había firmado la destitución de Valeixo , a pesar de que aparecía en el diario oficial de brasileño con su firma electrónica y la del presidente.
Bolsonaro desmintió todas las insinuaciones en su contra y acusó a Moro de “falta de compromiso”. “Nunca pedí blindar a nadie de mi familia . Jamás haría eso”, aseguró en una rueda de prensa.
El 16 de abril, el entonces ministro de Salud Luiz Henrique Mandetta, escribió en su cuenta de Twitter: “Acabo de escuchar del presidente Jair Bolsonaro el aviso de mi despido del Ministerio de Salud. Quiero agradecer la oportunidad que me dieron, de ser gerente del SUS (Sistema Único de Salud, sistema público de la salud)”.
El presidente oficializó al reemplazo de Mandetta. Se trata del oncólogo Nelson Teich, ahora consultor médico según su perfil de LinkedIn, quien ha defendiendo en redes sociales algunas de las posiciones que Mandetta tiene, incluido el aislamiento “horizontal” de toda la población, a lo que Bolsonaro se opone, lo que sumado al caso de Moro, demuestra un desmembramiento de la administración del actual presidente.
En julio de 2019, los defensores del exmandatario Luiz Ignacio Lula da Silva, argumentaron la parcialidad del juez Sergio Moro, quien ha llevó el caso y se cree, tenía motivaciones políticas. Asimismo, los litigantes se han referido a la reciente difusión de mensajes, supuestamente entre Moro y los fiscales del caso de Lula, durante el proceso.
El medio brasileño Interceptión dio a conocer el pasado 9 de junio de 2019, tres informes en los que se demuestra la complicidad del actual ministro de Justicia, Sergio Moro y el Fiscal de Brasil, Delta Dallagno, para impedir entrevistas al expresidente Luiz Inácio Lula da Silva durante la pasada campaña electoral, esto para que las declaraciones del expresidente no beneficiaran a Fernando Haddad, candidato que pudo haber continuado con el proyecto de da Silva.
Con información de la BBC Mundo.