Tras el paso por la Península de Yucatán de Cristóbal, Delta y Zeta, tormenta tropical y huracanes categoría 4 y 1, respectivamente, se han reportado pérdidas materiales significativas en el Estado de Yucatán.
Esto, en conjunto con el Covid-19, produjo en los municipios más pobres del estado daños incalculables como la pérdida de ganado, bienes inmuebles, cultivos y electrodomésticos.
En entrevista para A Barlovento Informa, Lucelí del Rocío Domínguez Collí, originaria del municipio de Teabo, dijo que las medidas para prevenir contagios de COVID-19 le han impedido trabajar con normalidad a ella y sus familiares, por lo que cuentan cada vez con menos ingresos para comprar instrumentos y sostenerse económicamente.
Comentó que se dedica a la apicultura y trabaja con las especies Apis mellifera y Melipona beechei (esta última endémica del estado y cultivada desde la época precolombina). Los fenómenos meteorológicos destruyeron 50 cajas de abejas ubicadas en su traspatio y con cuya miel prepara productos artesanales que vende en la ciudad de Mérida y municipios cercanos.
Cuestionada sobre los apoyos que recibe del municipio o el Gobierno del Estado, dijo que le entregan quincenalmente una despensa. Además, solicitó apoyo del gobierno estatal para restaurar sus apiarios y le entregó la documentación—la cual le pidió un funcionario— al municipio. Tres meses después no tiene respuesta.
De acuerdo con el gobernador de la entidad, Mauricio Vila Dosal, tan sólo la tormenta Cristóbal dejó pérdidas materiales por un total de cuatro mil millones de pesos y destruyó alrededor de 95 mil hectáreas de cosechas, lo que representa el 85% de los cultivos totales de la entidad. Asimismo, se reportaron daños en 8 mil 173 viviendas y a infraestructuras carreteras que se traducen en 520 millones de pesos.
Bajo el lema #UnidosComoUnoSolo, Vila Dosal informó que se implementaron evacuaciones y operaciones de rescate en coordinación con elementos de la Secretaría de Marina (Semar) y la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) durante Cristóbal, en tanto restablecieron las vías de comunicación de los municipios más afectados. A su vez, los huracanes produjeron inundaciones en Mérida, capital del estado, y otros municipios, algunas de las cuales continúan en reparación.
Un día después del paso de Zeta, huracán categoría 1, por la Península de Yucatán, María Luceli Puc Yah, habitante del municipio de Maní, dijo a A Barlovento Informa que no ha recibido hasta la fecha “una sola despensa” por parte del municipio ni del gobierno del Estado. Su familia cultiva milpa con fines de autoconsumo; sin embargo, expresó que las lluvias mataron a la mayoría de sus plantas y dejaron afectaciones en la infraestructura de su domicilio que no puede reparar por la falta de empleo.
