Los estadounidenses tienen un sistema de sufragio indirecto, por el cuál los ciudadanos votan por una serie de electores que a su vez, emitirán su preferencia en la boleta presidencial. Son 538 miembros del colegio electoral para cada uno de los 50 estados y el distrito de Columbia. El número de electores por estado refleja la cantidad de sus legisladores en el Congreso: uno por casa senador y uno por cada representante.
Es por eso que en 2016, aunque Hillary Clinton ganó el voto popular nacional por casi tres millones de votos, Donald Trump obtuvo casi el 57 por ciento de los votos electorales, suficientes para conseguir la presidencia. El número clave de sufragios en el colegio electoral es de 270 para ser presidente.
Lo mismo ocurrió en 2000. Aunque Al Gore ganó el voto popular, George W. Bush consiguió más votos electorales después de un recuento en Florida y una decisión de la Corte Suprema.
Existe algo llamado “electores infieles”, que es cuando un elector del colegio no emite el sufragio por el candidato que prometió, aunque esto en algunas entidades puede representar un delito.
Sondeos no favorecen a Trump
El candidato demócrata, Joe Biden, arranca la jornada electoral con 6,7 puntos porcentuales más que Donald Trump. Según la media de sondeos realizada por Real Clear Politics, Biden sigue superando el 50% de intención de voto con 50,7% mientras que a Trump le otorga un 44%.
Es el caso de Florida, uno de los estados más disputados. Votó por Obama en las dos elecciones presidenciales en las que participó, pero en 2016 el ganador resultó Trump, aunque fue por unos 100 mil votos de diferencia sobre la demócrata Hillary Clinton. En esta ocasión, según Real Clear Polítics, Biden supera en intención de voto directo a Trump por apenas 1,8 puntos.
En Carolina del Norte, que reparte 15 delegados, parece que habrá que esperar hasta el último voto para tener un ganador. Las encuestas no se ponen de acuerdo y se decantan por uno u otro candidato dejando una media en los sondeos de empate técnico con una muy leve ventaja de Biden de 0,2 puntos, la misma que obtendría Trump en el estado de Georgia, que otorga 16 delegados al ganador.
Según otros sondeos, Biden cuenta con el apoyo del 51% de los estadounidenses en intención de voto, frente al 44,1% que tiene Trump, según la misma fuente. Para establecer el cálculo, se tienen en cuenta numerosos muestreos, desde encuestas que ponen al exvicepresidente de Obama hasta diez y once puntos por delante (las de NBC News/Wall Street Journal, y la de The Economist/YouGov, respectivamente) hasta otras que rebajan la brecha a tan solo tres o cuatro puntos (Rasmussen Reports y The Hill/HarrisX).
El voto hispano
Biden, que fue vicepresidente con Barack Obama (2009-2017), tiene un 62% de apoyo, frente a un 29% de Trump y un 7% no está seguro de por quién votará, de acuerdo con el sondeo de Hart Research, que entrevistó por teléfono a 410 latinos registrados para votar del 29 al 31 de octubre.
Entre los que no piensan votar por Trump, un 51% dijo que no hay la más mínima posibilidad de un cambio de opinión a última hora, mientras que entre los que no apoyan a Biden es un 23% el que descarta que lo haga finalmente.
El margen de error es de +/-4,48%, según la ficha de este sondeo publicado para acompañar una encuesta nacional de NBC News, Telemundo y The Washington Street Journal.
La comunidad latina va a ser por primera vez en noviembre la minoría más grande en votar en los Estados Unidos. Se estima que 32 millones de hispanos, de una población de 60,6 millones (18% de la población), son elegibles para votar, frente a los 27,3 millones que tenían derecho al voto en 2016.