1.- Poco a poco se fue abandonando el campo por parte del gobierno neoliberal.
Lo que se mantenía en lo oscurito, paulatinamente fue haciéndose público, el arreglo entre jefes de la droga y grupos del poder político y financiero, en una simbiosis que saturó de dinero envenenado a instituciones, surgiendo los blanqueadores de dinero y los que, desde sus oficinas gubernamentales o financieras recibieron pingües ganancias y se hacían llamar señores de riquezas imposibles de explicar por el lado lícito. Sus familias también lo sabían, pero disfrutaban de esos dineros, a veces con pésimo gusto.
Un tercer elemento, la ambición que creció entre los capos, uno primero y luego todos. Se dejó de respetar el territorio del otro; se les quiso quitar a punta de traiciones y actos sanguinarios; inclusive se metieron hasta con las familias del enemigo, violando esos pactos no escritos, pero reales. Las guerras intestinas se desataron; dejaron de hablar las palabras y lo hicieron las armas. De la paz fingida a la paz de los sepulcros.
Ahí empiezan los desplazamientos, con la ocupación de territorios por la violencia letal.
El remedio empleado desde el poder fue la muerte. Al paso del tiempo, se supo que sólo fue contra determinados grupos; uno, el del Chapo, casi nunca se tocó. Había reuniones entre jefes. Tranquilidad para operar, hasta con las fuerzas del estado a cambio de una organización que administrara el negocio, pero nunca se logró. Apenas alguien daba la espalda y era asesinado, o corría igual suerte uno de los suyos.
Hoy, por esa situación, hay pueblos fantasmas, o entregados y servidores del narco en turno, o crearon sus autodefensas para enfrentar a los oscuros, y cuando se unen las poblaciones, siempre hay éxito.
Si vivir se puede decir, se vive en la zozobra siempre; siempre se espera que cualquier día entren los delincuentes y se lleven a los niños, jóvenes, a las mujeres, el ganado o corran a las familias porque esa casa les gustó para el laboratorio o para vivir, y si se reclama, hasta la vida se pierde en intentos suicidas.
Unidos mejora la situación, uy como está en juego su vida y las de sus familias, el instinto de supervivencia y el conocimiento pleno del terreno, hace que se supere la falta de tácticas militares y de armamento.
En los días recientes, comunidades de Guerrero y Michoacán se vieron envueltas en la violencia letal. Las comunidades fueron salvadas por sus pobladores, deteniendo las embestidas a sangre y fuego; los lugareños impidieron que los grupos criminales ingresaran a los territorios salvaguardados por las guardias civiles que aprendieron en el trajín de todos los días y por la necesidad de salvar la vida, la propia y las comunitarias.
La violencia siempre será violencia de donde venga, pero la que se emprendió desde el gobierno de Fecal fue letal, sesgada, cómplice y al pueblo lo mantuvo a fuego cruzado, dando tal poder a un grupo que es difícil de vencer y provocó que los otros se armaran hasta los dientes contra las fuerzas enviadas por el panista, y rivales del narco.
Los narcos no sólo se habían apoderado de las comunidades alejadas, sino que tenían presencia en las ciudades, dentro del gobierno y hasta, en algunos casos, eran gobierno.
No sólo tenían carteras en obras públicas y seguridad, sino en la cabeza de la alcaldía; y en las comunidades se sabía, se decía, siempre con miedo en los ojos y en el habla, y no se quería ser escuchado pues se podría amanecer con un tiro en la frente o en pedacitos.
Por eso, cada cuartel de la guardia nacional que se construye, es un disuasivo para los grupos criminales, pero, sobre todo, cuando se hace obra, puesto que con ello se tiene el empleo para muchos, durante los trabajos, y al terminar, con mayor razón, pero los fifís no entienden o no quieren entender y exigen que se paren las obras y que el dinero se dé, pero, por mucho que sea, es poco para las necesidades y, lo peor, al acabarse, ya no habrá trabajo, es decir, no se tendrá de dónde obtener recursos; el estado de pobreza se profundizará; la delincuencia crecerá y será cada vez más cruel para sentar sus reales, hasta que las masacres se generalicen, no sólo en Jalisco, donde, este sábado, en Tonalá, fueron asesinadas 11 personas y dos heridos. Una muerte ya es lamentable, muchas…
La única forma de acabar con la violencia es tener trabajo seguro y bien remunerado y que desde el gobierno se asegure el corte de dinero hacia los capos y cómplices, porque mientras tengan dinero, no importa que les ejecuten a diez, cien, mil; “tráiganse más, al fin hay muchísimos con necesidades”, y con dinero es fácil.
2.- El gober de Jalisco, Quique Alfaro, ya se deslindó de sus compañeros que apoyaron a Cabeza de Vaca. Ese grupo de ejecutivos conservadores, se va situando en la realidad de que quien la hizo, que la pague; quien sea. El panista se encuentra en dificultades.
3.- Siguen llegando las dosis de vacunas; para mayo está resuelto el caso de los adultos mayores, pese al acaparamiento del producto por unos cuantos. El gobierno mexicano responde ante el reto, por sus buenos oficios y credibilidad ante el mundo.
4.- ¿Qué pasará en la reunión Biden-AMLO?. Se espera que sea trascendente para los trabajadores migrantes.
