Por unanimidad, con 113 votos a favor, se reforman 13 leyes en materia de igualdad salarial y no discriminación entre mujeres y hombres. Con esto, los trabajos y remuneraciones se evaluarán a partir de criterios objetivos que contemplen factores como las competencias, calificaciones, responsabilidades, funciones, cargas de trabajo, necesidad de formación, esfuerzos y condiciones de trabajo.

Asimismo, se elimina cualquier discriminación o posible impacto negativo sobre la remuneración de la situación familiar, de las responsabilidades familiares, cuidados y cualquier otra situación o características asociadas con el sexo o género de la persona trabajadora.

El presidente de la Junta de Coordinación Política, Ricardo Monreal Ávila, dijo que el dictamen tiene una relevancia fundamental, toda vez que promueve medidas para erradicar, del sistema jurídico mexicano, la discriminación salarial contra las mujeres.

Con esta propuesta normativa, enfatizó, queremos que el gobierno, las instituciones y el Congreso aseguren que hombres y mujeres tengan una base legal para ejercer el derecho a la igualdad de remuneración ante los empleadores y ante las autoridades competentes.

Monreal Ávila subrayó que nunca nadie se atrevió a legislar sobre este derecho en favor de las mujeres. “Ningún otro Congreso llegó a lo que nosotros estamos logrando”: poner fin a la desigualdad salarial, que implica acabar con los estereotipos de género, eliminar los obstáculos institucionales y compartir las responsabilidades familiares de manera igualitaria.

Por su parte, el Senador morenista Martí Batres, aseguró que esta conquista es obrera y de las mujeres, lo que conjuga dos de los grandes temas sociales pendientes de nuestros tiempos. Asimismo, aseguró que Andrés Manuel López Obrador es el pionero de la paridad de género en la política nacional, ya que en su gabinete cuando fue Jefe de Gobierno del entonces Distrito Federal en el 2000, su gabinete era paritario.

La propuesta, que se remitió a la Cámara de Diputados, establece que la violencia económica es aquella que provoca o perpetúa la brecha de género, o la percepción de un salario menor por trabajo igual o de igual valor inobservando el principio de proporcionalidad, dentro de un mismo centro laboral.

Establece que será objetivo de la Política Nacional el diseño, implementación, ejecución y evaluación de medidas para fortalecer el acceso de las mujeres al empleo y la aplicación efectiva del principio de igualdad de trato y no discriminación en las condiciones de trabajo entre mujeres y hombres.

Para eliminar la brecha de género, las instituciones públicas, privadas y sociales deberán tramitar un Certificado de Igualdad Laboral de Género y No Discriminación para acreditar que cuentan con prácticas de igualdad de género y no discriminación que favorezcan el desarrollo integral de sus personas trabajadoras.

Asimismo, los salarios se fijarán con base en criterios objetivos, en términos de lo establecido en la Constitución y los tratados o convenios internacionales en la materia, considerando los conocimientos profesionales, la destreza y las aptitudes para las relaciones interpersonales.

Así como los esfuerzos mental y físico, las responsabilidades del puesto, con independencia del número de personas a cargo, y las condiciones en que se realiza el trabajo, esto es, el entorno físico y el ambiente psicológico en que se realiza el trabajo.

El dictamen señala como violencia laboral “preguntar el historial salarial en el proceso de contratación o de la relación laboral”, así como las acciones u omisiones que directa o indirectamente perpetuán la brecha salarial de género.

Con la reforma, los patrones estarán obligados identificar y hacer del conocimiento de las autoridades e instancias correspondientes posibles acciones u omisiones que afecten el principio de igualdad salarial.

Además, prohíbe toda compensación o práctica que incida en las percepciones económicas de la persona trabajadora, originada por razones de género, étnica, de edad, cultural o cualquier motivo discriminatorio.

Al presentar el dictamen por parte de la Comisión del Trabajo y Previsión Social, su presidente Napoleón Gómez Urrutia, manifestó que se trata de una reforma histórica, de trascendencia nacional, que busca eliminar la marginación de las mujeres.

Es una reforma estructural, puntualizó, para corregir vicios y deformaciones, para alcanzar la justicia laboral y el respeto completo, integro a los derechos humanos de la población femenina.

A su vez, la presidenta de la Comisión para la Igualdad de Género, Martha Lucía Micher Camarena, señaló que México es uno de los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos con mayor desigualdad salarial entre mujeres y hombres.

Por lo que, subrayó, si no tomamos las medidas adecuadas en el ámbito de las políticas públicas, la brecha de desigualdad se profundizará y agravará más las vulnerabilidades de mujeres y niñas, sobre todo de indígenas, campesinas y afromexicanas.

La senadora Mayuli Latifa Martínez Simón, presidenta de la Comisión de Estudios Legislativos, Primera, apuntó que esta reforma dará un giro laboral en México a favor de una verdadera igualdad laboral. Las y los legisladores, “reiteramos nuestro compromiso con los mexicanos para seguir impulsando reformas que promuevan el desarrollo de las familias mexicanas”.

Según el dictamen, México tiene la mayor brecha salarial de los países que integran la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), mientras el promedio es del 13 por ciento en todo el mundo, aquí es del 19 por ciento.

En 2020, según datos del Instituto Mexicano del Seguro Social el salario promedio de los hombres fue de 416.40 pesos frente a 363.50 pesos de las mujeres, una diferencia del 14.6 por ciento.

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