El gran perdedor “Va por México”. El triunfo es para AMLO

Después de la borrachera de resultado electorales, de la cascada de números y porcentajes, de anuncios de triunfos anticipados, de derrotas dolorosas y sorpresivas, es tiempo de serenarnos y comenzar a analizar que sucedió el pasado 6 de junio en México.

Las elecciones intermedias en las que confluye la renovación de la Cámara de Diputados, se considera en el análisis político electoral el parteaguas en una gestión federal, por una parte, porque de manera indirecta se evalúa la gestión del partido en el poder y por otra porque da pie a desglosar numéricamente como se comporta cada distrito electoral rumbo a la elección presidencial subsecuente.

En este caso, el Presidente ha sido el gran actor, que mantiene una simpatía incuestionable entre la ciudadanía, muy por arriba de cualquiera de sus antecesores a la mitad del mandato; Peña Nieto 42 por ciento; Ernesto Zedillo, Vicente Fox y Felipe Calderón registraron al menos 45 por ciento de desaprobación a la mitad de su administración.

El triunfo, a tres años de la elección del 2018, es para López Obrador, más cuando se desató desde su llegada a la presidencia una estrategia de “golpe blando”, infodemia y cerco informativo orquestada por los grupos conservadores que perdieron privilegios, concesiones e incluso “negocios”.

Morena cumplirá en pocos meses siete años de ser un partido político, y en ese lapso ha ganado posiciones muy importantes, en primara instancia le arrebató al Partido de la Revolución Democrática la mayoría en la Asamblea de Representantes de  la Ciudad de México en el 2015, además Morena alcanzó poco más del ocho por ciento de la votación, colocándose como la cuarta fuerza política nacional. Ganó 14 distritos de mayoría y 21 diputaciones por el principio de representación proporcional, lo que le dio 35 diputados federales para el periodo de 2015.

El fenómeno de un partido de reciente creación triunfador es mérito de una militancia congruente con los principios del propio López Obrador.

La creciente no se hizo esperar en el 2018 dando un contundente triunfo al actual presidente. En ese histórico momento el país cambió, ahora la pregunta es ¿Qué sucedió en la elección intermedia de este 2021?

La  política social y económica de López Obrador  ha permeado en el mayor número de ciudadanos quiénes decidieron dar mayoría relativa a los morenistas y sus aliados en la Cámara de Diputados, lo que permitirá que el gobierno tenga margen para aprobar el presupuesto federal de los próximos tres años y continuar con sus programas prioritarios.

Morena obtuvo de los 300 distritos del país 121 curules;  el PT que va en alianza con Morena, 32 curules y el Partido Verde, 31 diputados.

Ese resultado significa que con Morena, el PT y una parte del Partido Verde se obtiene mayoría del 50 + 1, es decir, lo que se conoce como mayoría absoluta o mayoría simple.

El significado está a la vista, todos los esfuerzos hechos por “Va por México” (PAN, PRI y PRD) y sus aliados Claudio X González, Gustavo de Hoyos, Artículo19, Mexicanos Contra la Corrupción, Gilberto Lozano, el clero encabezado por el ex cardenal Juan Salvador Iñíguez, Vicente Fox Quezada y Felipe Calderón, además de los muchos medios tradicionales de información que se volvieron voceros de una oligarquía económico-política, fracasaron y dilapidaron miles de millones de pesos durante tres años para desbarrancar a López Obrador. No pudieron

Hoy estos actores quieren vender un fracaso inexistente en las urnas por parte de Morena, si bien el resultado electoral en la CDMX es digno de un análisis profundo, y la pérdida de ciudades de importancia númerica  económica como Puebla, Hermosillo, Monterrey, Guadalajara, Boca del Río, Medellin, León, lo cierto es que Morena con la coalición “Juntos Haremos Historia” tuvo triunfos inobjetables en 11 entidades de las 15 que estaban en juego.

Morena gobernará ahora 17 entidades después de esta elección, el PRI 4, el PAN 8, MC 2 y PVEM 1.

Ganó en 19 congresos locales, lo que significa que en el caso de Tamaulipas, por ejemplo, Francisco García Cabeza de Vaca no tendrá el Congreso a su favor, en Nuevo León, Samuel García tampoco tendrá un congreso afín.

En la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum tendrá que lidiar con un Congreso dividido. Morena logró retener la mayoría al ganar 19 de las 33 diputaciones por mayoría relativa, sin embargo, se encuentran lejos de las 31 diputaciones que conquistaron en las elecciones de 2018.

Así las cosas vale la pena preguntar ¿cuáles fueron las razones multifactoriales para que esto ocurriera?

No hay que menospreciar, de ninguna manera los triunfos de “Va por México”, que logró sembrar odio y miedo entre una población de clase media que hace tan sólo tres años se inclinó por el proyecto de López Obrador en varios lugares del país.

Convendría que Morena hiciera un trabajo de autocrítica en la selección de los candidatos y el trabajo de la dirigencia nacional, muy alejada de las bases y del trabajo a ras de calle.

Morena no pudo llamar al voto de su base en la Ciudad de México, mientras que sus adversarios lograron capitalizar el voto útil y una animadversión de importantes sectores de clase media, media alta y alta.

En este sentido es necesario hacer un trabajo de análisis quirúrgico en materia de sociología política y democracia, para entender lo que ocurre no sólo en la Ciudad de México sino en varias capitales del país.

Por lo pronto el gran triunfador nuevamente se llama Andrés Manuel López Obrador.

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