Polarización política favorecerá continuidad de la Cuarta Transformación en próximas elecciones y consultas: investigador

Pachuca de Soto, Hidalgo.– La creciente polarización política prepara el terreno para los próximos comicios y consultas populares, con miras a dar continuidad al proyecto de la Cuarta Transformación del país para que trascienda más allá de este sexenio en las páginas de la historia, así lo pronostica el profesor-investigador de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH), Guillermo Eduardo Lizama Carrasco.

Bajo la perspectiva de que la política es un mecanismo de conflicto y antagonismo, el gobierno de México y sus opositores utilizan una estrategia de comunicación político-electoral para construir dos campos: el “nosotros” y los “otros”, que se expresan en “estás conmigo o estás contra mí”, lo que genera adhesión emocional hacia uno u otro extremo, y simplifica el campo político así como el modelo de comunicación hacia los electores, planteó el profesor-investigador en al área académica de Ciencias Políticas y Administración Pública, Guillermo Lizama.

El Coordinador de la Maestría en Gobierno y Gestión Local, refiere que mediante la polarización, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, genera identidad en quienes lo apoyan y refuerza su campo de adhesión al “nosotros” (entendido como los que estamos a favor de la cuarta transformación, los que quieren cambios, los que no son corruptos), remarcando la idea de que los otros representan lo contrario.

“Aparecen narrativas como los fifís, la mafia del poder, etcétera, lo que está haciendo con eso es reforzar la visión del nosotros y la visión de los otros, y eso es súper eficiente electoralmente y en la comunicación política porque refuerza el campo de apoyo electoral y se traduce en un alto apoyo al presidente”, señala el investigador nivel I en el Sistema Nacional de Investigadores (SNI).

El antagonismo que ha construido el presidente de México sobre “los otros”, tiene un fuerte componente emocional que lleva a que las fuerzas políticas se agrupen en los que están en contra de Andrés Manuel y los que están con él; de tal manera que la oposición no tiene otra propuesta más allá de ser oposición al presidente. Al mismo tiempo, se refuerzan las identidades cuando las personas piensan “yo no soy esos fifís, no soy esa clase media aspiracional, yo soy del pueblo”.

Cuando el presidente habló sobre la “clase media aspiracionista”, explica el investigador, es porque sabe que sólo el 8 o 10 por ciento de la población pueden acceder a una vida con lujos. “El mensaje de Andrés Manuel es para la clase media aspiracionista, arribista, que reproduce los valores del neoliberalismo, de ostentar cosas caras que ni siquiera pueden costearse y lo hacen a crédito, traen su bolsa de Liverpool y eso les da distinción. Le dirige el mensaje a ese grupo porque no vota por él”.

En un contexto de gran polarización social, la política se entiende como conflicto y antagonismo, que es parte de una democracia, y que funciona mediante una estrategia de comunicación política-electoral para crear los campos de “nosotros” y los “otros”, que genera un nivel emocional de adhesión a uno u otro campo. “Eso explica que tengamos al presidente con el mayor nivel de apoyo en el mundo. El 61 por ciento que apoya al presidente en las encuestas dan cuenta de que ello”, afirma el investigador.

“El apoyo al presidente es diferenciado, se encuentra mucho más arraigado en los sectores populares. Eso es una expresión de la polarización”, puntualiza el académico.

El especialista en estudios electorales y en participación política pronostica que la polarización no va a decrecer, por el contrario, aumentará en los contextos electorales, como en las consultas populares programadas para este y el siguiente año: la de someter a consulta pública que se enjuicie a los ex presidentes de México, y la de revocación de mandato, para que el pueblo decida si el presidente continuará su sexenio o no.

“La polarización aumenta rumbo a 2024, año clave para la continuidad de un proyecto político de izquierda, alterno al proyecto neoliberal. Si Andrés Manuel logra ganar en el corto plazo esa batalla, posiblemente le dé para renovar la presidencia con otra persona para que el proyecto de la cuarta transformación trascienda en los sexenios y en la historia”, asegura el doctor Lizama.

“El presidente entiende muy bien que seis años no son suficientes para la profundidad de las transformaciones que se pretenden y lo primero que debe hacer es mantener su proyecto en el poder para llevar a cabo esa cuarta transformación”, comentó el investigador, al referir que para lograr este objetivo el presidente utiliza una estrategia de comunicación política a través de las conferencias mañaneras, y por ello es él quien pone los temas de discusión.

Andrés Manuel López Obrador ha ido generando adhesión emocional y construyendo así identidad y compromiso hacia su proyecto. “Es una figura clara, con mensajes claros, desde su jetta, todo está fríamente calculado en la estrategia presidencial. Todo se va articulando: la agenda del presidente, los temas que pone en la mesa, el mensaje en redes sociales, a quién se va a meter al bote con la UIF, con la Fiscalía”.

Con dichas estrategias de comunicación política se genera debate permanente y simplificado, toda vez que se refuerza en los extremos, al pasar de quienes asumen que el presidente es un semi-dios, o un dios azteca, a quienes lo odian como si fuera el peor enemigo del mundo y lo llaman “falso mesías” y otros calificativos.

Al entender la política como antagonismo, y que los medios de comunicación tienen líneas editoriales políticas, el presidente entra en una discusión con dichos medios “porque es eficiente para reproducir la narrativa de nosotros y ellos, y desde esa visión sigue profundizando la polarización”, consideró el doctor en Geografía por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

Mayor polarización social lleva a una democracia más participativa

El autor del libro “El abstencionismo electoral en México: Un análisis a nivel municipal”, Guillermo Lizama sostiene que cuando la sociedad se polariza, se politiza al mismo tiempo, y la obliga a tomar partido o posición, de ahí que sea muy probable que exista una mayor participación electoral.

Lo anterior se constató en la pasada elección intermedia del 6 de junio de 2021 al participar 56.2 por ciento de los votantes aun pese al contexto de pandemia, cuando normalmente en elecciones intermedias no se rebasaba el 45 o 46 por ciento de participación electoral. “Viene otra consulta el próximo año, elecciones de tres gubernaturas, el siguiente año elecciones otra vez y el subsiguiente las elecciones presidenciales; lo que esperaríamos es una mayor participación de las personas porque es más fácil movilizarse al estar a favor o en contra”, concluye el doctor Lizama.

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