La crisis financiera anunciada

El pasado miércoles 8 de marzo, se registró la caída del banco estadounidense Silicon Valley Bank, que otorgaba crédito a empresas emergentes de tecnología desde hace cuatro décadas (1983). Para el día siguiente, jueves, sus acciones habían caído más de 60 por ciento y se habían retirado 42 000 millones de dólares. La segunda quiebra bancaria más grande de Estados Unidos. Más del 95% de sus depósitos no están asegurados

La ruleta rusa otra vez en juego. Durante la pandemia el valor sus acciones, entre el 7 de marzo de 2020 y diciembre de 2021, se multiplicó por siete. Y a partir del 2022 inició su caída.

Este banco había invertido importantes recursos en bonos del tesoro y no resistió la reciente alza de las tasas de interés decretadas por la FED. Y después de un pánico bancario incipiente el fantasma de una corrida bancaria se presentó. Este banco estaba en la lista de Instituciones Financieras de Importancia Sistémica Global, bancos “demasiado grandes para quebrar”.

Este fenómeno no aparece de un día para otro, ya hace dos años había señales en este banco y más atrás, como diversos analistas han señalado, la gran crisis de 2008-2009 no se ha superado. Este banco es el mayor en quiebra desde esa gran crisis. El apoyo inmediato del gobierno, el rescate, parece que contendrá el impacto de la quiebra de este banco. Pronto lo sabremos. Por lo pronto, se anunció el cierre de otro banco, Signature, a los tres días del Silicon Valley.

Según SVB atendían a nada menos que al 44% de los startups tecnológicos y de atención médica de los EE. UU. Al momento de su cierre, el viernes 10 de marzo, SVB ocupaba el lugar decimosexto en el ranking de los bancos norteamericanos, con aproximadamente $209,000 millones de dólares en activos totales, alrededor de 175 400 millones en depósitos. Y, por supuesto, tenía actividades en diversas instancias financieras como banca privada, banca de inversión, de capital de riesgo, etcétera. Y también en varios países: Canadá, Gran Bretaña, Alemania, Suecia, China, India, Israel, Dinamarca, entre otros.

Y, por supuesto, los dos más grandes conglomerados financieros estaban presentes: Black Rock tenía el 8.1% de sus acciones y Vanguard Group el 11.26 por ciento.

El efecto dominó en Europa por la caída de 24.24% de las acciones del Credit Suisse, uno de los mayores bancos del mundo, que había recibió recursos del Banco Nacional Saudita hace cuatro meses. El Banco Central Suizo salió a respaldarlo, rescatarlo, con 50 mil millones de dólares. 

Tres bancos quebraron en Estados Unidos: Silvergate, Silicon Valley Bank y Signature Bank en la segunda semana de marzo. Así cayeron el índice bancario europeo 7% y algunos bancos hasta 10%.  Se perdieron más de 60 000 millones de dólares, según Bloomberg; y algunas instituciones bancarias estadounidenses perdieron entre 18 6 20 por ciento.

En México ligera depreciación y en México Banorte, el Banco del Bajío, y BBVA retrocedieron entre 5.5 y 4.8% e Inbursa 2.03%.

Como decía algún cura en misa, después de leer el evangelio, no se pierda el próximo episodio que promete ser muy interesante.

Josefina Morales

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