Tras el comienzo de la pandemia de Covid-19, por el que se tuvo que entrar en confinamiento social, en México se registraron más de 3 mil 500 asesinatos de mujeres, así lo dio a conocer la diputada de Morena, Lorena Villavicencio Ayala.
Además, puntualizó que se cometen en promedio 11 feminicidios diarios, pero que pese a ello, las protestas en contra de este tipo de delitos son criminalizadas y estigmatizadas socialmente.
Al participar en el conversatorio virtual “Alto a la criminalización de la protesta y a la persecusión del movimiento feminista”, la diputada resaltó que existe una enorme indignación por la represión de los manifestantes ocurrida en Cancún. “Alexis, la mujer asesinada por quien protestaban, tenía 20 años de edad y su cuerpo fue encontrado desmembrado”, dijo.
La también coordinadora de la Subcomisión de Atención al Feminicidio de la Comisión de Justicia señaló que deben ser sancionados los actos de represión y abuso de fuerza que violentan los derechos humanos. “El mensaje a la sociedad es la impunidad y que la violencia permanente no le está interesando al Estado mexicano”, indicó.
Además, resaltó que el usar término “feminazi” en contra de quienes participan en estas manifestaciones, es debido a la estigmatización del movimiento y se olvida el fondo del problema. “Más allá de la manifestación, se debe ver qué es lo que motiva esta violencia tan cruel contra ellas”, manifestó.
Lorena Villavicencio hizo notar que “el cuerpo de la mujer se ha convertido en un territorio de apropiación, tema que también existe con los niños; en ambos casos no se les ve como sujetos autónomos y con derechos, sino como una extensión del patriarca”.
Asimismo, agregó que “no se van a validar actos de represión en contra de quien ejerce su derecho a la manifestación. Se ha establecido un culto a la violencia desde la sociedad”.
Durante el conversatorio la docente y activista, Silvia Edith Chuc Aburto, dijo que el que las demandas de las mujeres sean criminalizadas, es una clara señal de que hay una enorme discriminación institucional, lo cual alienta a más agresiones. “Por ello es que se levanta la voz para exigir que nos dejen de matar y no se justifique en los discursos la violencia sexual”, recalcó.
“Es terrible la respuesta de salir a manifestarte porque no quieres que sigan matando y violando mujeres y la respuesta sea la agresión, que socialmente se legitima por las redes sociales al prevalecer una mirada misógina sobre lo que las mujeres deberían ser. La sociedad justifica el uso desmedido de la fuerza donde no existe el diálogo en torno al movimiento feminista”, aseveró.
