El Reino Unido atraviesa con mayor gravedad en estos días diversas caras de la crisis múltiple en la que está sumergido el capitalismo mundial.
El incremento reciente de los precios de la energía, del petróleo y del gas, después del año 2020 que con la grave recesión provocó la caída de los precios del petróleo (12.2 dólares el barril en abril del año pasado que ahora supera los 77 dólares), ha generado una alza inédita en el costo de la luz en España hace unas semanas y ahora serios problemas de abasto de gasolina en Gran Bretaña, que podrían causar una crisis más severa en el próximo invierno que ya llegó.
Situación que se presenta en la salida de la Gran Bretaña de la Unión Europea, el famoso Brexit, que ahora se denuncia por los laboristas británicos, ha sido mal ejecutado, Configurando todo ello lo que algunos analistas llaman “una tormenta perfecta”. Y, llueve sobre mojado, con problemas en la infraestructura eléctrica con la Unión Europea, con cortes de energía e incendios, entre otros, provocados por el cambio climático.
Ese Brexit mal ejecutado, también ha creado una falta de transportistas, en gran parte migrantes europeos, que afecta también el suministro de partes en las cadenas de producción e incluso el abasto en los supermercados. Según la Asociación de Transporte por Carretera británica, existe un déficit de 100 000 transportistas. Los migrantes son los que se encargan de las tareas relacionadas con el transporte, normalmente peor pagadas.
Entre sus salidas frente a la crisis el Reino Unido está planteando su interés en incorporarse al tratado entre México, Estados Unidos y Canadá, el TMEC, proceso que no puede ser inmediato e implicaría, de mostrar interés por sus miembros, una nueva renegociación del Tratado, después de la conflictiva renegociación presentada en tiempos de Trump.
En México, 2 de octubre no se olvida
Siete años después de la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa que se preparaban el 26-27 de septiembre de 2014 para venir a la manifestación del 2 de octubre en la Ciudad de México, y 53 años después del 2 de octubre de 1968, el grito multitudinario está presente: ¡2 de octubre no se olvida!
