El narcotráfico tiene una larga historia en el país y en el periodo neoliberal atravesó y anidó en las estructuras gubernamentales: de gobiernos municipales y estatales a instancias federales. Se hizo presente en la producción y tráfico de la mariguana y crecientemente en la producción y tráfico de cocaína, metanfetaminas y diversas sustancias químicas, cuyo destino es Estados Unidos, el mayor consumidor del mundo que registra miles de muertes por sobredosis, ahora con predominio del fentanilo. Hay que tener presente que Estados Unidos es también el mayor productor de armamento y tráfico de armas; que tiene una larga historia en el mundo de las drogas en el ejército para sostener sus guerras, invasiones, en otros países. Vietnam explotó en la cara del imperio.
La financiarización que caracteriza al capitalismo de las últimas cuatro décadas se registra también en la producción y tráfico de drogas, con lo que conocemos como lavado de dinero, y la multiplicación de los paraísos fiscales. En este engranaje participan no sólo los narco productores y traficantes, también empresas y agencias diversas del sector financiero, de casas de cambio a bancos comerciales. De manera destacada se realizan actividades en el sector de bienes raíces, en el sector inmobiliario.
Entre las intenciones estadounidenses está relacionar al lavado de dinero y tráfico de estupefacientes con “el terrorismo”, pues ello les permitiría una mayor ofensiva que podría llegara la invasión militar en nuestros países del tercer mundo, productores de drogas.
Con el juicio a Genaro García Luna en Estados Unidos, quien fuera el poderoso secretario de seguridad del comandante borolas, se está exhibiendo el contubernio, la podredumbre de un gobierno del presuntamente puritano partido de acción nacional que ejerció el poder con una brutal represión, que en su guerra combatía a un cartel del narcotráfico para fortalecer a otro cartel al que servía y del que recibía miles y miles, millones, de dólares. Y en ese proceso, no podía faltar, la participación, el contubernio, repito, de medios de comunicación, televisión y prensa escrita. Paralelamente se exhiben las propiedades de García Luna, fundamentalmente en Miami, así como lujosos autos clásicos y de colección.
En el juicio advertimos todo lo que llegó a conformar un narco estado durante el panismo que según, el comandante borolas, no fue por él conocido; así como la complicidad y participación de agencias estadounidenses como la DEA.
